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Paulino Neves - Tutóia

4 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado (empujado): 01:30:00
Kilómetros recorridos: 8.15
Tiempo total pedaleado: 99:24
Kilómetros total recorridos: 1095,63

Finalmente me quedé otro día más en Paulino Neves, dormí más de la cuenta, almorcé otra vez en la casa de Zé y por la tarde fuimos a bañarnos al rio y después a caminar por las Dunas con una de sus hijas.

Como siempre las dunas ofrecieron bastante material para fotografíar, así que tomamos un par de fotos, charlamos con Zé sobre el oficio de ser guia y Zé me contó algunas de sus historias con turistas que el había guiado. Fué una tarde muy entretenida y relajada.



Ya por la noche ibamos a ver la final del campeonato local pero desafortunadamente llegamos tarde y además el equipo del barrio de Zé había perdido y fué eliminado; así que nos fuimos tristes a un bazar de ahí cerca dónde venían, según me decia Zé, de todos los sabores: Zanahoria, naranja, limón, compoazu, tapioca, aguacate (por que el aguacate es una fruta), etc., yo iba por uno de aguacate, pero como no era nuestro día cuando llegamos ya se había acabado el bazar; volvimos otra vez tristes en busca de la canoa para regresar temprano a la casa y descubrimos que la otra canoa a la que habíamos atado la nuestra se acaba de ir con nuestra canoa a cuestas, así que esperar a ver si alguien más cruzaba el rio o teníamos que dar la vuelta por el puente (media hora caminando); no tuvimos que dar la vuelta y cruzamos en la canoa de alguien más, ahí encontramos sana y salva la canoa de Zé y nos juimos a dormir, por que hoy había que madrugar y empezar a pedalear.

Zé se levantó cuando yo estaba casi listo, nos tomamos la foto de rigor con la bicicleta y luego él me acompaño hasta la salida hacia Tutoia. - El camino de acá para allá es tierra, un par de bancos de arena y barro, pero da para andar, en una hora y media ya está en Tutoia.

Tierra = arena = empujar

Asíque tuve que empujar nuevamente la bicicleta un buen trecho. Ya cuando llegué al primer poblado, cosa extraña paró una Hilux que iba hacia Tutoia y me preguntó si me daba Carona, debo confesar que mi orgullo ciclístico me obligo a pensarlo, pero a la final acepté, y no pude haber tomado desición mejor.

Subimos la bicicleta y nos vinimos charlando animadamente con el señor hasta Tutoia, ahí Raimundo (creo, ya se me olvidó el nombre) me dejó en una bicicletería y ahi dejé a Ludmilla, literalmente, en latoneria y pintura; se lo merecía pa' que.

Luego la rutina de rigor, buscar dónde quedarme y dar una vuelta por el pueblo par tomar algunas fotos y poder actualizar este diario de viaje.

Ahora a ver bien como será el camino hasta Parnaiba, la puerta del Delta de las Americas, y de ahí hasta Jericoacoara y luego Fortaleza.

 

Atins - Paulino Neves

3 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado (empujado): 04:48:00
Kilómetros recorridos: 30,07
Tiempo total pedaleado: 97:54
Kilómetros total recorridos: 1087,48

Hoy me levanté temprano para dejar todo listo por si acaso me podían pasar en la lancha al otro lado del rio (como en la canción de Drexler).

Desayuné, me la tomé con calma... y cuando menos me lo esperaba ya tenía que salir, así que tuve que correr, bañarme y salir (sin agua) al puerto a montar la bicicleta en una lancha y encaminarme hacia Paulino Neves.

Por fortuna la arena hasta Paulino Neves, daba para andar. Sólo que el detalle ese de no tener casi agua la cosa se estaba poniendo 'ruin' como dicen por acá. Afortunadamente encontré una posada que tenía salida a la playa dónde pude comprar un jugo de Copoazu (mmmm, yummi) y una botella de agua, que me costaron un ojo de la cara. Pero bueno, con eso ya podía andar fresco hasta Paulino Neves.

El camino fué tranquilo y cuando ya estaba casi en la mitad me contré con Zé (José) un guia que iba para Caburé, me dió algunas indicaciones del camino y me ofreció su casa en caso de que cuando el volviera yo todavía no hubiera encontrardo dónde quedarme (Paulo, el de la posada entre otras me había dado la dirección de un amigo suyo en Paulino Neves) me podía quedar en su casa.

Llegué hasta cerca de Paulino Neves y la alegría terminó, por que como todos los pueblos de la región de las Lençois las vias de acceso para Paulino Neves son solo arena y para rematar tenia que cruzar un par de Dunas.

Me fuí con paso lento pero seguro hasta que llegué a los pies de las dunas restándome solamente dos sorbos de agua en la botella, ahí apareció una mujer con su hijo que iban para su casa cerca de la playa y que me dieron además de ánimo, ya me faltaba poco para llegar, un poco de agua.

Con esas proviciones avancé el resto del camino, hasta que el hambre me ganó (era la una de la tarde) y entré a una tienda a comerme media docena de bananos y muucha agua; ya de ahí solo me quedaba llegar hasta el centro del pueblo y ahí buscar la dirección del amigo de Paulo.

Seguí caminando (empujando) hasta que en una curva escucho un grito, Yiego!, era Zé que llegaba de Caburé, se bajó de la camioneta en que iba y nos fuimos andando hasta su casa.

Ahí conocí a su esposa y dos hijas, me bañe, comi un poco y descansé para después salir a ver un par de clasicos futboleros locales.

Cuando llegamos a la casa Zé me propuso que me quedara otro día para conocer mas cosas cerca a Paulino Neves. Aún no sé si quedarme o seguir mi camino.

 

Canto de Atins - Atins

3 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado (empujado): 02:42:00
Kilómetros recorridos: 6.75
Tiempo total pedaleado: 93:06
Kilómetros total recorridos: 1057,41

Por la mañana salimos con Paula y Marcos en busca de la "Lagoa do Mario" detrás de las dunas cerca de Ponta do Mangle, caminamos un buen rato por las dunas, hasta que preguntando y preguntando llegamos a la laguna. Como todos estos pueblos insertados entre las dunas esta laguna es un oasis al que uno siempre estará dispuesto a llegar, agua fresca y dulce para bañarse y paisaje simple pero hermoso.


Ahí en la laguna nos encontramos con dos turistas más, estos de Fortaleza, con los que charlé un rato (Nota mental: tengo que quitarme esta muletilla, por que por acá 'rato' es ratón y siempre termino diciendo otra cosa), curiosamente van a ir para Colombia en Diciembre, así que estuvimos hablando de posibles rutas por el país, me dieron su dirección en Fortaleza, así que es probable que ya tenga lugar para quedarme allá.

Luego volvimos a la posada, almorzamos, yo un poco de afán pues eran la una y el barco hacia Caburé salia a las 3:00pm.

El almuerzo estuvo rico, pa' que. Camarones, pescada frita con (adivinen) frijoles, farinha y arroz; pero como sali de afán cuando llegué, tarde, a Atins me dió un dolor de estomago así de esos que lo mandan directo pa'l baño.

Menos mal llegué a la Posada da Rita, ahí me dejaron armar la carpa y pude bañarme ir al baño y descansar. Ahí uno de los hermanos de la dueña de la posada me llevó a donde una vecina que tiene un huerto de hiervas medicinales para hacerme un té de Boldo. Esta feo como el solo, pero me ayudó bastante, cuando llegué a la posada pude comer un poco de las pizzas que estaban haciendo y concreté con el señor (Paulo) que al otro día si iban a pescar al rio me pasaban a la otra orilla.

Así que otra vez como en los otros días de las Lençois todo lo planeado no salió como lo planeado.

 

2Km adelante del Rio Negro - Canto de Atins

2 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado (empujado): 05:28:00
Kilómetros recorridos: 18.46
Tiempo total pedaleado: 90:34
Kilómetros total recorridos: 1050,66

En algunos partes la playa dió para andar rodar en la bicicleta, pero la mayor parte del camino me tocó empujar.

Lo bueno fué que los últimos dos o tres kilómetros se pudo andar y esos árboles que se veian allá al fondo tan remotos se acercaron mucho más rápido.

Cuando ya estaba cerca del Canto, se veían por acá y por allá pescadores que iban a tender sus redes. Uno de ellos se ofreció a llevarme a una de las dos posadas que hay acá (la de su hijo); y me trajo hasta el mejor Oasis que pude haber encontrado. Sábanas limpias, mosquitero, comidad deliciosa y una paz que no se pueden imaginar.

Aproveché para descansar, hacerme unas curaciones, por que con la empujada me pegué más de una vez en las piernas con los pedales, y para limpiar un poco a Ludmila, por que tenía arena hasta en el c·$%% igual que yo y luego me junté con dos Paulistas que llegaron a la posada y que estaban tomando fotos por aquí.

Los acompañe a tomar un par de fotos por la noche sobre las dunas, comimos, charlamos un rato con Don Antonio (el dueño de la posada) y a la camita.

Mañana creo que me la voy a tomar suave. Los barcos hasta Caburé llegan hasta las dos de la tarde, así que no tiene sentido salir temprano hasta Atins.

Me voy a tomar la mañana libre.

 

Quemada dos Britos - 2km adelante de Rio Negro

6 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado (empujado): 08:53:16
Kilómetros recorridos: 19.85
Tiempo total pedaleado: 85:06
Kilómetros total recorridos: 1032,2

Me levanté temprano dispuesto a asumir el reto de las Lençois, arreglé todas las cosas, me bañe, desayune con huevitos (hace rato no comia huevitos), café y galletas y todo listo para la partida, o casi todo.

Bruno uno de los hijos del dueño de casa (maldita mi mala memoria con los nombres) probó mi bicicleta y dijo que así no andaba ni una hora en las dunas, que para andar en la dunas era necesario sacarle un poco de aire a las ruedas; y como el que sae sabe, no me opuse, le sacó casi la mitad del aire a las ruedas y si señores efectivamente andaba mucho mejor.

¿Por dónde es el camino?, siga derecho por el rastro de la camioneta hasta las dunas, suba la duna grande y de ahí derecho hasta el mar.

Nos montamos en la bicicleta, andamos como medio kilómetro y otra vez esa arena fofa que no dejaba avanzar, como aprendimos el día anterior eso de la empujada, pues nos dedicamos a empujar. Dunas por acá, dunas por allá, algunas de ellas al parecer infranqueables. Tuve que empujar buena parte del camino y aprender por la experiencia que: si llegó a la cima de las Dunas no se baje a menos que no haya otra forma de continuar. Jijuemadre si es duro andar en esa arena.




Total de las dos horas que tenía para hacer esos 7Km se convirtieron en cuatro. Pero bueno ya estabamos en el Atlántico, Ludmilla y yo. Le tomamos la fotico de rigor, tomamos un segundo desayuno: pan con mermelada y un poco de agua; y como estaba haciendo calorcito y nos lo mereciamos, una bañito biringo en el mar (que lugar más apropiado para bañarse en pelotas que una playa desierta). Nos arreglamos y a las tres de la tarde estoy en Canto de Atins.




Ja, ja, ja. Como me demoré tanto llegando hasta el mar ya la marea estaba en la otra dirección y toda la arena que podría haber sido transitable con la bicicleta no estaba en condiciones, así que como aprendimos en las dunas: 50 pasos empujando, 30 segundos de descanso y hagale pues mijo que pa' lante es pa'ya.

Sol, brisa (viento, mucho viento) y mar y nada que se veia algún rastro de vida en el horizonte. Al medio día paré, hice un poco de estiramiento, me comi una barra de cereal y muy para mi pesar vi que se me estaba acabando toda el agua que llevaba.

Empezamos a empujar de nuevo y vemos en el horizonte dos figuras humanas, ¡Hay gente por acá!, no debo estar muy lejos pensé, empujar siguiendo las dos figuras.

Cuando casi les daba alcance tuve que atravesar un riachuelo que parecia inocente y tierno, pero mentiras justo cuando estaba en la mitad un banco de arena atrapó a Ludmila y tuve entonces que desmontar buena parte de las maletas y darme mañanas hasta que pude sacar la bicicleta de ahí, descansar un poco ajustar la bicicleta (se había safado una de las parrillas) y ¿dónde era que estaban esas personas?

Nada, se habían desvanecido.

Dándome un poco de ánimos pensé que si me llevaban media hora y ya no se veian por ahí eso quería decir que no podía estar a maś de una hora de camino de algún lugar habitado. Tenia razón pero no de la forma en que yo esperaba.

Continue empujando, pasaban las horas, el agua ya casi se había terminado del todo, tenía hambre y ya me estaba viendo durmiendo solo en la carpa junto a la playa y comiendome la lata de atún que guardo para condiciones extremas. Pero no ya a las cuatro de la tarde llegué en un punto de la playa en la que las opciones eran continuar empujando hasta las 5.30 y acampar o parar y pedir alojamiento en una cabaña de pescadores que se veia a lo lejos.

Opción dos, vamos a ver que pasa.

De lejos parecia que sólo habían dos personas, pero a medida que me iba acercando fueron saliendo más, seis en total y la verdad me dió un poco de miedo. Estaba tan lejos de todo y si ellos quisieran realmente robarme o algo no habría nadie que se interpusiera. Pero nada, temores infundados y muchas películas gringas de pueblos texanos dónde sólo vive gente despiadada.


Me ayudaron a empujar la bicicleta hasta la casa, me dieron agua y un poco de pescado. Hablamos se rieron un poco de mi y mis aventuras en la arena y como no tenían luz ni nada nos acostamos a dormir temprano (a penas se ocultó el sol). Algunos de ellos se levantaron más tarde para ir a recoger las redes y volvieron casi a la madrugada. Todo fué tan chévere, nada de ruido, todo tranquilo, una vida dificil, por que les toca trabajar muy duro, pero simple, sencilla y hermosa. Con ellos aprendí un poco sobre la marea, sobre la manera de pescar de por acá y de lo dificil que se está haciendo vivir de esa manera debido a la falta de acción de los organismos estatales en la regulación de pesca con grandes embarcaciones.

Al otro día asistí a la caceria del ratón que los estaba hacediando desde que llegaron acá, lograron encontrarlo. Fui con algunos de ellos por un poco de agua, desayuné me alisté y listos para continuar la jornada. Me acompañoron hasta la playa y hágale pues mijo.

 

Santo Amaro - Quemada Dos Britos

2 min read

Me levanté temprano para arreglar todas las cosas de la bicicleta y estar puntual en la posada de los Franceses (eran Franceses), pero antes habia que ir pa a la plaza del pueblo por el desayuno: Jugo de Bacurí y tapioca!.

La Toyota llegó a las 8.30, montamos la bicicleta y nos acomodamos. El viaje hasta la Quemada no es muy largo (en Toyota) pero es muy bonito, las dunas gigantescas y las lagoas le transmiten a uno esa sensación de que uno es tan pequeño ante la inmensidad de la naturaleza. Un par de paradas para las fotos de rigor y los baños en las lagunas.



Un buen almuerzo maranhense: gallina caipira, arroz, fríjoles, pasta y ensalada y la siesta de rigor post almuerzo.

Con los franceses, la familia Barthouil, hablamos poco debido a las barreras del lenguaje, aunque dos de ellos hablaban portugues (una de las muchachas y el novio que estaban trabajando en Brasilia por un año y pico) y el Papá hablaba español (pues viven cerca de España y además tienen una nuera de Cáli) como la mayoria hablaba frances se terminaba hablando francés. En todo caso ahí pudimos hablar un poco y a la final intercambiar direcciones de contacto. Fué muy afortunado encontrarme con ellos pues si no todavía estaría esperando en Santo Amaro para salir hacia la Quemada, muchas gracias a ellos por todo, no solo por la 'Carona', sino por la comida, ellos pagaron todo. Ojalá un día se animen a ir a Colombia y puedan conocer todas las cosas buenas que nosotros también tenemos para mostrar.




Ya mañana habré de enfrentarme a las dunas. Ya veremos como me va.

 

Barra - Santo Amaro

3 min read

Me desperté a las cinco como de costumbre, pero así como con una pereza de mejor duermo hasta tarde, total la primera Toyota pasa a las ocho.

Llega un camión, ilusión de tener transporte. No, no va para Santo Amaro, que están esperando al jefe que va para otro pueblo y después si hasta Santo Amaro.

Arreglar las maletas, desayunar, tomar un par de fotos y sentarse cuál Penélope en la parada de las Toyota.

Un transporte lleno (llega el patrón)

Vuelta a dónde Doña Maria, hablar con el patrón, que no que no le sirve, que señor que quiero llegar a Santo Amaro por favor, que cuanto le cuesta la gasolina, que 150 reales, que muchas gracias.

Vuelta a sentarse en la parada de las Toyota cuál Penélope.

Pasa una Toyota llena.

Pasa otra medio llena, ¿Me puede llevar?

Mmmmm, así con todo eso encima...

No se preocupe señor yo quito las maletas y queda delgadita y langaruta cuál modelo.

Listo, maletas debajo de las sillas y Ludmilla de parachoques trasero de la Toyota.

Santo Amaro aqui vamos.

En la Toyota ahí hablando con la gente concreté el hospedaje, así que todo listo, cero preocupaciones, bueno sólo conseguir el guia para ir hasta Quemada los Britos.

Acomodarse, conseguir un 'parafuso' (que palabra tan chistosa para tornillo) para reemplazar el tornillo de la parrilla que se salió de su puesto, ir al rio, hablar con un guia, que ciento cincuenta reales por ir hasta allá en bicicleta/caminando, que muchas gracias que por la noche lo llamo, ir a una de las posadas que había consultado por internet y que ofrecian el paquete de tres días por trescientos y punta con paseo a Quemada dos Britos incluida, que si señores que pueblo chiquito infierno grande, es decir es casi que el mismo guia, que si no hay otra posibilidad, que hay unos 'gringos' que salen mañana pero en Toyota, que cuanto cuesta, que saldria por cincuenta, que bueno, que eso es mas razonable, que toca esperar que lleguen de pasear, que bueno, que ir por un sorvete (leáse helado) de copoazu con bacurí y chocolate, que tomar maś fotos, que ir dónde la señora de la agencia, que podria ser pero tiene que preguntarle a los que alquilaron el carro, que si que ya voy, que we, we, (son franceses o canadienses, aún no sé), que todo bien, que entonces mañana a las ocho.

Así pues mañana muy juicioso tengo que estar antes de las ocho en la puerta del hotel para ver si me voy de 'Carona' (de echando dedo) con los Franceses/Canadienses para las Lençois y la Quemada los Britos.

Ya despues de eso sólo tendré a la Fuerza que me acompañe, por que es salir hacia la playa y dar pedal hasta encontrar algún pueblo, me coma la marea o me coja la noche.

Si todo va bien este reporte seguirá desde algún lugar de nuevo en la civilización.

 

Retorno Humberto de Campos - Barra

5 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado: 03:27:15
Kilómetros recorridos: 45.63
Tiempo total pedaleado: 76:13
Kilómetros total recorridos: 1012,35

"El que no llora no mama, aunque este al lado de la teta de la Mama"

La primera parada para llegar hasta a Santo Amaro es Sangue, ahí paran las "Toyota" que todo el mundo me había dicho que eran la única forma de llegar hasta allá. Así que hacia allá me fuí con mi Ludmilla, de pasada por allá vi el camino que se abría tras el anuncio: Santo Amaro de Maranhao 36Km y la verdad no lo vi tan complicado.

Llegué hasta Sangue me tomé dos juguitos un par de galletas y una Fanta. Haciendome a la idea de la arenita que ya había visto, cambié las ruedas de la bicicleta para dejarla como toda una 2x2 y ¡listo!. Otra vez la gente diciendome que el camino arena, y yo que ¿Qué tan dificil puede ser?.

Sali muy juicioso de Sangue casi a las 11:00 de la mañana, ya de por si una mala hora, y empecé a pedalear.


Y la verdad grave, grave no estaba. Estaba andando a 11Km/h así que a esa velocidad estaría en Santo Amaro a las tres de la tarde.

Así muy feliz y contento llegué hasta "Rio Grande", uno de los poblados que quedan en el camino, y como era hora de almorzar... gallina a la panela, macarron, arroz, ensalada, farinha y la votación de la sede de los juegos olímpicos fueron mi compañia los siguientes 45 minutos. Otra vez, el hombre del restaurante, que la arena de acá para allá es muy delgada y se le hunden los pies hasta los tobillos... más bien bañese en el rio y espere la siguiente "Toyota". Que gracias por el consejo, que yo soy terco, que ¿qué tan dificil puede ser?.

Pues si señores que no más a la vuelta del restaurante me tuve que cambiar las zapatillas de ciclismo por los tenis todo terreno y empujar como burro, por que no me iba a devolver, no faltaba más.

Un kilometro empujando y estaba jódido pero feliz.



Y si en Cachoeira de Piría me sentía en la m$%%·%itad de la nada, aquí si estaba en la mitad de la nada (Creo que esto lo voy a volver a decir en algún momento). Arena por acá, arena por allá y ni un alma por ningún lado.

Un par de motos y carros que bajaban, miraban, hacían caras, decía le falta un montón y seguian.

Otro kilometro empujando.

Y pasa una camioneta de carga.
- Oi, voçe va para Santo Amaro
- Vou
- Voce me poderia chevar?
- Quanto pesa a bicicleta.
- 30kilos
- Nao, posso nao. Mais voce esta muito longe, deveria procurar a prossima Toyota.

Y arrancó y se fué.

Nada de: tiene sed, lo puedo acercar un poco, pere llamo a ver si viene algo prónto. Naranjas.

Otro medio kilometro empujando, ya hasta tenía rutina, diez metros empujando, dos minutos descansando...

Para otro camión.

- Oi, Como vai?
- Bem, e voce va para onde?
- Vou para Santo Amaro, Voce me poderia chevar?
- Eu vou para XXXX, nao posso. Mais voce pode ir hasta o prossimo povoado y esperar ahi ate as 4.30 que pasa a prossima Toyota.
- E fica muito longue?
- Umos dez, quince kilometros.
(ademán de arrancar el camión)
- Posso ir com voce? (Este no se me iba a escapar)
- Voce quer ir conmigo? (pues claro no ve que estoy en medio de la nada empujando 30kg de equipaje con el sol en la espalda). Eu nao vou para Santo Amaro.
- Nao importa hasta onde voce me possa chevar.
- Ta.

A levantar la bicileta y montarla en el planton en el espacio perfecto para que ella y yo viajarmos cómodos.

En otras palabras, por estas tierras (hasta dónde voy), la gente no acostumbra ofrecer ayuda, como a la Colombiana, de pere a ver como le buscamos la comba al palo, sino que hay que pedirla. El que no llora no mama...

Así llegué hasta Barra, el último poblado grande antes de Santo Amaro, me tomé una merecida cerveza y me quedé dormido en una silla.

Luego contestar las preguntas de rigor y dejar pasar el tiempo hasta las cinco, no las cuatro como había dicho el hombre del camión para la siguiente cuatro por cuatro.

Ya llegando la hora, esta vez si sin decir nada, Doña Maria de Nazareth, me dijo si no lo llevan no hay problema se puede quedar aquí.

Esperar, varios carros llenos y...

De vuelta para dónde Doña Maria.

Bañarse en el rio a oscuras

Comer huevos con farinha y café

Ver la novela de las 7.00.

Y al camita, digo a la hamaquita hasta el otro día con varias cosas en el tintero.

 

Rosario - Retorno Humberto de Campos

4 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado: 07:17:00
Kilómetros recorridos: 95.25
Tiempo total pedaleado: 72:48
Kilómetros total recorridos: 966,72

Hace algún tiempo alguien me escribia con motivo de este viaje que yo era 'valiente' para algunas cosas y cobarde para otras tantas. En uno de mis momentos de reflexión en la carretera estuve pensando sobre eso y caí en la cuenta, nuevamente, en una cosa para la que soy muy cobarde: admitir que necesito ayuda.

La ilusión de la autosuficiencia es una idea que ronda en mi cabeza desde 'que era criança', como dicen por acá. Y realmente muchas veces me cuesta pedir ayuda, casi que lo hago exclusivamente cuando es 'extrictamente necesario', lo que tiene sus problemas por que a veces el 'extrictamente' es demasiado tardio.

Pues bien en eso pensaba, mientras al mismo tiempo pensaba que iba llegar el momento en este viaje cuando me iba a tocar pedir cacao. Y ¡sas! como si estuviera en El Mundo Anillo y fuera esa muchacha que tenía tan buena suerte que le pasaban las cosas que necesitaba que la pasaran para aprender alguna cosa. Hoy me tocó pedir cacao en más de una ocasión.



La primera, en la carretera por que ya se acercaba al medio día, estaba al medio día y no se veían señales de vida en varios kilometros a la redonda. Iba así pensando en que me iba a tocar comer pan con mermelada de almuerzo... cuando detrás de una curva apareció un casa hecha de trozos de madera y barro que parecía una tienda, me acerqué pregunté si tenían algo para almorzar, y al principio me dijerón que no, que sólo era, precisamente, una tienda y que sólo vendían gaseosa y papas. Luego el hombre me dió una segunda mirada y debí ver mi cara de cansancio y de hambre y me dijo que me podían cuadrar algo: arroz, farinha, un par de trozos de pollo y aguita pa' mi gente. Me supo a gloria, de verdad estaba muy rico y no era el hambre. Estuve ahí un rato, contestando las preguntas de siempre y luego a continuar la jornada. Lo mejor el señor no me cobró nada.

La segunda, ya al final de la tarde. Ya eran casi las cuatro y no había llegado a dónde quería llegar (Humberto de Campos) y tampoco era que se vieran muchas casas a la vista por ahí. La verdad estaba preocupado por que no sabía dónde me iba a quedar. De pedal y de pedal hasta que apareció el retorno que sirve para ir has Humberto de Campos y Sangue. Las dos a más de 15Km con viento en contra, es decir ninguna de las dos opciones algo viable a esas horas de la tarde. Así pues, a pedir cacao.

Primero pregunté en el único restaurante/lanche que había por ahí y me dijeron que NO, que preguntara en el puesto de gasolina...

- Boa tarde,
- Boa tarde
- Eu estou procurando un lugar onde ficar. Sera posivel que eu posa ficar aquí? Eu tenho uma barraca e uma rede só preciso um banheiro para pegar um banho y descansar.
- Pode, sim.

Cantos de ángeles para mis oidos.


Así pues que estrené mi carpa con compartimiento para la bicicleta, acomodé mis cosas por ahí y pasé lo que quedaba de la tarde ahí en el puesto de gasolina hablando con las personas que trabajaban y viendo un poco de televisión. Y el costo? 0 pollitos.

Todo perfectirijillo.

Foto despedida puesto.

No duele tanto, ¿no?

 

Sao Luis - Rosario

3 min read

Estado de Brasil: Maranhao
Tiempo pedaleado: 06:06:59
Kilómetros recorridos: 69.12
Tiempo total pedaleado: 65:31
Kilómetros total recorridos: 871,47

¿Mencioné que la entrada/salida de Sao Luis es una porqueria? Pues bien, es una porqueria, mucho camión, carretera sin 'costamento' y mucho tráfico.

Pero bueno a final de cuentas salí, y como cuando uno está de buenas está de buenas, justo cuando salia de la ciudad me pinché, :-/.
Pero bueno aprendiendo de mi experiencia de la vez de Neusa esta vez si llevaba todo las herramientas para dejar todo listo en un dos por tres. Pero no, como el que no sabe es como el que no ve (cuando es indespensable ver), se me juntó todo con todo. Primero la mangera que traia de repues no era de la referencia adecuada, la que yo compré era mucho más delgada de la que tenía inicialmente mi bicicleta, así que apenas la monté y me senté encima con el peso de la bicicleta se auto pinchó. Segundo al intentar despinchar la otra, todo resultó bien, sólo que al inflarla le rompí el 'miple' (lease la válvula que no deja que se salga el aire). Total, como llevaba las llantas nuevas con manguera, esta vez si, adecuadas para la referencia me tocó cambiar la rueda entera. El asunto fué que todo ese proceso me llevó más de una hora, grrrr.

De ahí para adelante la cuestión sólo es adaptarse, la nueva rueda funciona a las mil maravillas sobre arena, como es su misión, pero en pavimento se porta 'mal', es decir me hace mas dura la pedaleada.

Con todo y con todo la pedaleada del día fué totalmente diferente a lo que tenia planeado inicialmente y esa parece que va a ser la norma en esta etapa del viaje. No saber para dónde se va, ni cuanto se va demorar, ni como se va a llegar, Yupppi! (Estoy siendo irónico, mi parte cuadriculada ingenieril esta sufriendo un poco con eso y es en serio). Total, terminé en Rosario y no en Morros como planeé.


Pero fue un buen cambio, Rosario es una ciudad pequeña con mucho comercio, pero bien organizada. Acá conseguí una posada barata, encontré las mangueras con las referencias que si eran para las ruedas de asfalto y para las de arena y pude tomar un par de buenas fotos.



Mañana iré hasta Morros (no estoy seguro si por la ruta planeada inicialmente) y luego de ahí hasta cerca de Humberto de Campos o a Humberto de Campos mismo, quién sabe (al parecer no tengo que ir hasta Umberto Santos como estaba en mi plan) y si es así ya estaría a menos de 50Km de Santo Amaro mi puerta de entrada a las Lençois; el asunto es que la gente por acá me dice que los últimos 30Km de ese trayecto son por una carretera que es solo tierra y que es imposible ir en bicicleta.