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Salvador

2 min read

Me levanté temprano para lavar una ropa que hedía y llamé a Valci, una persona del grupo de La Bicicletada de Salvador.

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Quedamos de encontrarnos en frente al Farol de Barra en bicicleta. Ahí nos encontramos con otro amigo suyo de la Bicicletada y nos disponíamos ir hasta la playa de Ribera hasta cuando más adelante nos encontramos con otros miembros del grupo que estaban haciendo 'La Vuelta a Salvador'. Con Valci consideramos que ese paseo iba ser más completo que el de la Ribera que habíamos planeado inicialmente, además por que el ya tenía reservado el domingo para la familia; quedamos entonces así, yo continuaba con los de la vuelta y al otro día nos encontrábamos para llevar a Ludmilla al doctor.

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Mi chaperón encargado en el pedaleada fue Paulo, con el charlamos durante la pedaleada sobre viajes en bicicleta, en particular uno que el tiene planeado para el próximo mes, Salvador-Aracajú, que fue lo último que yo recorrí.

Salvador es bien grande, lo pude constatar después de pedalear los 54Km (y eso que me faltó un buen trecho, por que cuando me uní a la pedaleada ellos ya llevaban su rato pedaleando) de su contorno.

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Salí a las 10.00 de la mañana del hostal y volví a las 7.00!

Llegué, me bañe y salí en busca de alimento, si me recostaba un ratico ahí quedaba hasta el otro día, escuché un poco de música en vivo en uno de los tantos bares/restaurantes del pelorinho y luego a la camita. Caí muerto.

 

Praia do Forte - Salvador

3 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 05:50:07
Kilómetros recorridos: 84.57
Tiempo total pedaleado: 339:43
Kilómetros total recorridos: 3696.7

Me levanté temprano, alisté todo y me senté en internet a buscar dónde quedarme en Salvador, el contacto que me había dado Fabricio al parecer peleó con la esposa y tenía, creo yo, más problemas que resolver relacionados con su propio hospedaje.

Desayuné como se debe: papaya, banano, granola, pan y jugo de cajá.

Monté todo en la bicicleta y esperar a que escampara, el cielo amaneció cubierto y como a las ocho empezó a llover.

Salí del hostal a las nueve de la mañana, la verdad no estaba muy preocupado pues la distancia no era muy grande. 55km. Salí otra vez a encontrarme con la linha verde.

Luego de un par de kilómetros, no sé si por que el cielo estaba cerrado o por que la carretera parecía una autopista gringa, o por que los avisos publicitarios a lado y lado de la carretera no me decían nada, sentí que no sabia dónde estaba.

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La verdad no sé como explicarme, el no saber dónde estaba, no tenía nada que ver con que desconociera que estaba en Brasil, era más bien como si me sintiera un extraterrestre que mira un Mundo nuevo y encuentra todo tan extraño, tan ajeno.

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En fin, la sensación afortunadamente no duró mucho y luego de la parada técnica por gasolina: jugo de mango y pan de queso. Seguí pedaleando por la Estrada do Coco.

Lauro de Freitas, los primeros barrios de Salvador y luego un aviso: Centro Histórico 28km. Lo que en principio podría considerarse nada grave. Solo que esta visión estaba acompañada de un aguacero. Igual no había de otra que seguir pedaleando, si paraba me iba a enfriar e iba ser peor.

'Porra', escuché varias veces decir mientras pedaleaba bajo la lluvia. Era la exclamación de sorpresa de la gente al verme con tanto peso y pedaleando bajo la lluvia.

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Finalmente llegué hasta la entrada del Pelorinho, el más conocido de los barrios de Salvador; que es como la Candelaria de por acá. Busqué un lugar dónde dormir, bañarme y cambiarme la ropa mojada.

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Luego salí en busca del almuerzo, a dar una vuelta y a 'combinar' con Laurent que llegaba esa tarde a Salvador también para armar plan para por la noche.

Fuimos a comer y luego nos sentamos en un bar en una esquina a escuchar música en vivo acompañado de unas caipirinhas.

 

Sibaúma - Praia do Forte

5 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 04:44:41
Kilómetros recorridos: 57.85
Tiempo total pedaleado: 333:53
Kilómetros total recorridos: 3612.13

Casi no pude dormir a causa de los mosquitos y el calor. Cuando me cubría para que no picaran los bichos me daba un calor infernal, cuando me despataba esos jijuemadres camorreros se venían en manada. Lo que más me ofende es que me piquen en los pies, entiendo sus razones ahí tengo la sangre más caliente por causa de la pedaleada, pero sobre todo me ofende que me piquen encima de la picada de otro, no me acabo de recuperar de la picada del pueblo anterior cuando en el siguiente me vuelven a picar exactamente en el mismo lugar, grrrrrr. La cosa fue tan cansona que tuve que colocarme las medias para evitar que se ensañaran con mis dolidos y pobrecillos pies.

Igual me 'tenía' que levantar temprano, me quedaba bastante pista por delante y como quería aprovechar el día en Praia do Forte había que llegar temprano. Desayuné: cuscus, huevos, jugo, café y pan y salí de nuevo a encontrarme con la 'linha verde'.

En el camino había un arco iris tan, pero tan bonito (no sé si lo veía bonito por que estaba tan cerca o por que hace rato no veía uno), quise tomarle una foto pero como iba en subida y no quería perder el impulso me dije a mi mismo: mi mismo cuando lleguemos a la cima de la loma tomamos la foto. Cuando llegué a la cima de la loma el arco iris había desaparecido. La imagen eso si quedó grabada en mi cabeza pero tristemente no la puedo compartir con nadie.

El camino hasta Praia do Forte, prácticamente fue sin novedades, pavimento bueno, una que otra ladera y ya está. Llegué casi al medio día y me encontré con una playa sumamente turística, muchos chalets, muchos hoteles de lujo, muy del estilo de Pipa, lo que sólo podía significar una cosa, mi estadía en Praia do Forte me iba a costar. Terminé quedándome en un hostal por $R33 en cuarto compartido.

En mi cuarto había un par de gringos y un francés: Laurent. Con quién pasé los dos días que estuve por acá.

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Me bañe y luego fuimos con Laurent a por una muqueca en un restaurante casero muy bueno y no tan caro que quedaba cerca del hostal, volvimos, tomé una siesta en una hamaca y luego más tarde salí a dar una vuelta por el pueblo, hablé un rato por teléfono con M. y luego fui a buscar comida de nuevo, un creppe (les dije es un lugar turístico, hay hasta un restaurante japonés) y volví de nuevo al hostal. Me recosté en una hamaca y ahí quedé descerebrado hasta las dos de la mañana, hora en la que mi instinto de preservación me indicó que debía entrar al cuarto y dormir como la gente en una cama. Bendito mi instinto de preservación, a las tres de la mañana cayó un aguacero, tan fuerte que tuvieron que desmontar todas las hamacas de los costados del patio interior de la casa.

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Al otro día fuimos con Laurent a caretear. Hace rato no careteaba y no me acordaba de lo chévere que es. Por primera vez en mi vida vi en vivo y en directo varios animales que sólo había visto en revistas o la televisión: Pescados de colores, babosas marinas, serpientes marinas, lenguados, un pez globo gigante. Mejor dicho: la pa-na-ce-a.

Luego visité el proyecto TAMAR que cumple 30 años en su afán por la conservación de las tortugas marinas, aprendí un poco más sobre estos animales y secretamente deseé estar cerca de una playa de desove la próxima luna llena.

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Almorzar, una siesta, y luego fuimos con Laurent al Castillo D' Avila, el primer castillo medieval de América latina, construido por los portugueses cuando llegaron por estas tierras. Fuimos en bicicleta, tomé unas buenas fotos (creo) por ahí y nos devolvimos junto con otros huéspedes de la posada que nos encontramos allá arriba. A la mitad del camino el descarrillador de uno de nuestros acompañantes simplemente se soltó, así que tuvimos que seguir a pié el último kilómetro.

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Fuimos por unas tapiocas y luego a un bar a escuchar música y tomarnos unas caipirinhas. La música estaba chévere, pero no había mucho ambiente fiestero, por lo menos hasta las doce que yo me fui, había que levantarse temprano al otro día.

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Costa Azul - Sibaúma

4 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 07:34:44
Kilómetros recorridos: 96.72
Tiempo total pedaleado: 329:09
Kilómetros total recorridos: 3554.28

La posada en la que me quedé está siendo administrada por un par de paulistas muy amables con los que charlé un rato durante el desayuno, llevan cuatro meses en Costa Azul y no saben cuánto tiempo más estarán por ahí, al parecer están contentos y los entiendo, Costa Azul es supremamente tranquilo, totalmente opuesto al caótico Sao Paulo.

Pregunté algunas recomendaciones sobre el camino, había dos opciones: salir y coger la carretera o seguir por la playa. Por las dos vías la distancia era equivalente, aunque claro por la playa el camino iba a ser menos monótono, o por lo menos iba a tener la compañía de las olas.

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Me fui por la playa, igual que el día anterior la arena estaba en su punto y pude avanzar bastante rápido hasta el próximo poblado: Poços, ahí tuve que empujar la bicicleta un trecho pues la playa estaba llena de piedras y arena fofa, hasta que descubrí que paralelo a mi sufrimiento había un camino de tierra; empujar la bicicleta hasta allá y todo mejoró considerablemente. Paré a tomarme un jugo y a preguntar si podría seguir un trecho más por la playa. Me dijeron que si, pero que me costaría bastante trabajo pues había que cruzar varias desembocaduras de río y no era seguro que siempre encontrara quién me cruzara.

Cómo mi objetivo era llegar hasta Praia do Forte la verdad no estaba muy dispuesto a quedarme atorado en ninguna playa, seguí por el camino de tierra hasta la siguiente ciudad, Sitio do Conde, y de ahí salí directo hacia la carretera, la BA-099 o mejor conocida como "Linha Verde".

En la linha verde, claro, no estaba la brisa del mar, pero eso si el pavimento estaba en buen estado. En general pude avanzar bastante rápido considerando que a diferencia de la playa esta vía estaba llena de 'columpios', sube y baja, sube y baja, así fue casi todo el camino.

Ya al final de la tarde llegué al kilómetro 100 ahí tuve que decidir: continuar pedaleando sin saber exactamente cuanto me faltaba hasta praia do forte o parar e ir para Sibaúma. Pregunté a unas personas que estaba esperando bus y me dijeron que Praia do Forte quedaba en el kilómetro 54, hice cuentas y concluí que a pesar de que llevaba buen ritmo no iba a llegar ni a palo.

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Me fui por el desvío hacia Sibaúma y encontré un pueblo pequeño con mucho turismo local. Desafortunadamente por la época todo continua siendo muy caro y casi no encuentro una posada con un precio razonable. Al final me quedé en la Posada da Didi, y salí a buscar internet y a comer algo.

Internet estaba fuera de línea, pero en compensación empecé mi camino hacia la perdición en la culinaria bahiana. Me comí un Acarajé (un 'pan' frito en aceite de Dendé hecho de una harina a base de frijol y otras cosas que no me acuerdo) que esta acompañado de vatapá (puré de frijol con pescado), ensalada y camarones. ¡Que delicia!

Luego al hotel a ver en el noticiero las noticias sobre haití, un par de capítulos de house y a dormir.

Mañana Praia do Forte y pasado mañana ¡Salvador!

 

Porto de Pedras - Maceio

2 min read

Estado de Brasil: Alagoas
Tiempo pedaleado: 07:01:30
Kilómetros recorridos: 82.38
Tiempo total pedaleado: 296:48
Kilómetros total recorridos: 3093.91

Sali de Porto de Pedras un poco tarde, después del paseo de rigor por la playa y un desayuno bien trancao: carne y yuca cocinada.

Cogi por la autopista de la playa...

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Y todo fue bien hasta que llegué a ún punto por dónde no podía pasar. Tuve que empujar la bicicleta un kilometro y poco ente las piedras que poblaban la playa, lo bueno fué que encontré una salida de agua dulce entre las "falesías" y me pude dar un baño fresco para refrescarme; luego de salir al otro lado, sólo quedaba la carretera.

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Llamé a Calaça, quién me recibiría en Maceio y el me dió algunas intrucciones para llegar a un punto de encuentro. Sólo que nos entendimos mal y terminé dando una vuelta enorme por la ciudad. Al final nos encontramos a las 6.00 de la tarde, montamos la bicicleta en el carro y nos fuimos para su casa.

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Ahí conocí a toda la familia probé el Sururu y bueno, luego a descansar.

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Por acá pasaré el año nuevo.

 

Puntos de Experiencia 2009

2 min read

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Se acerca el fin de año y llevo días pensando en cuál sería mi compilación de puntos de experiencia para este año. Sin lugar a dudas el haber emprendido este viaje se lleva buena parte de los puntos aunque más importante, creo, han sido las ideas relacionadas con lo "definitivo y lo temporal", inspiradas (pero no restringidas) a la lectura del libro de Javier.

Definitivos y/o temporales acá van algunos hechos:

  • Fui y volví al cañón de Chicamocha (mi primera "odisea")
  • Viví con A. los momentos previos a mi muerte (Hace un año, pensando en el viaje, llegué a la conclusión de que este viaje iba a ser la muerte de un yo).
  • Morí (dejé a mi familia, mis amigos y mucho de lo que me "definía", atrás para pedalear de más en busca de lo que no se me había perdido)
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre lo que es "necesario"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la humildad
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la sencillez
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre cuáles son "mis límites"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) a vivir el presente
  • Pienso de cuando en cuando en la frase de "Into the Wild": Happiness is only complete when it is shared.

Mucha gente durante el viaje me preguntaba sobre si no tenía miedo, de dónde sacaba fuerzas para continuar... de pues de mucho pensarlo (o no), concluí que la respuesta era curiosamente: no pensar.

Intentar vivir el día a día sin pensar (mucho) en el que vendrá es una experiencia liberadora; cada hecho, cada imagen se presenta de una manera tan vívida y al mismo tiempo tan transitoria que me es difícil fijar las imágenes en la memoria.

En este año nuevo hagan el intento, como Laura, cojan su bicicleta (o pónganse sus tenis de caminar) y salgan por ahí sin rumbo fijo, sin tratar de prever que viene tras la próxima esquina.

Creanme se sorprenderán.

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Tamandaré - Porto de Pedras

3 min read

Estado de Brasil: Pernambuco - Alagoas
Tiempo pedaleado: 04:50:26
Kilómetros recorridos: 68.09
Tiempo total pedaleado: 289:47
Kilómetros total recorridos: 3011.53

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Me levanté temprano y decidí que ya que tenía pagado tanto por la posada valia la pena aprovechar un poco del lugar. Sali a dar un paseo por la playa y darme un chapuzón. Tomé un par de fotos y luego de un copioso desayuno puse pies en polvorosa.

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Segui por la playa un buen trecho, luego cogi carretera y seguí mi camino hacia la división entre Pernambuco y Alagoas.

Justo después de cruzar la frontera entre los dos estados, poco antes de Maragogi iba pedaleando tranquilamente cuando una Land Rover se para al lado mio. El conductor, me empezó a hablar, al principio no le entendía, me decía que me invitaba un agua de coco, yo pues dije que si (la verdad tenía sed y calor), el señor siguió en su camioneta y pues bueno, yo creí que había entendido mal, así que seguí mi camino como si nada. Más adelante el mismo señor me estaba esperando, ahí se bajó del carro hablamos un poco y me dijo que su casa quedaba más adelante, y que quería presentarme a un amigo suyo que también era cicloturista, yo dije que bueno, y seguí en la bicicleta a mi ritmo, luego de un par de metros se vió que a mi ritmo la cosa se iba a demorar así que en un arranque de incosiendia de mi parte decidí amarrar mi bicicleta a la parte e atrás de la camioneta del señor. Todo fue bien durante los siguientes 15 minutos en dónde mateniendo el equilibrio y cordinando por el retrovisor la velocidad adecuada.

El problema fué cuando el señor me hizo la señal para girar a la izquierda, yo la interpreté tarde y pues la fuerza del carro me ganó, la bicicleta agarró por un lado y mi inercia llevó mi cuerpo hacia a otro. En menos de un segundo estaba rodando por el suelo, mis cosas regadas por la carretera y Ludmilla siendo arrastrada algunos metros.

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Afortunadamente no paso nada, solo un raspon en la rodilla, un para de magulladuras en Ludmilla y bueno, además del agua de Coco me gané el almuerzo :P.

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Hablamos un montón de tiempo con Luis, así se llamaba el señor. Me mostró sus bicicletas reclinables, por pocó hacemo un cambio, y bueno, ya bien alimentado (pero un poco costipado) seguí mi camino hacia el sur para llegar a Porto de Pedras.

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El resto del día no tuvo mayores novedades. Al finalizar la tarde di una vuelta por Porto de Pedras y como soy buen amigo y sabía que Himura estaba de cumpleaños, pues me comí una langosta en su honor. ¿Será que la saboreo igual que yo?

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Recife

2 min read

Joao y su familia me acogieron como um miembro mas e hicieron que mi estadía por estas tierras fuera tránquila y relajada.

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Al siguiente día de llegar los acompañe al cumpleaños de la Tía Gil, la familia había organizado una fiesta sorpresa en su honor, cumplió 60 años el 26 de diciembre. La fiesta fue poco diferente de lo usual pues ellos son Bautistas, así que no hubo mucha música bailable ni trago, pero si mucha emotividad. Los hijos y sobrinos de la Tía Gil le prepararon un video con mensajes de varios amigos y familiares, cantaron y oraron en su honor. Nunca había asistido a un cumpleaños así, me conmovió.

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El 24 pasar el día haciendo las llamadas de rigor, hacer un remedo de natilla (nunca había hecho natilla sin usar la receta que viene lista) y alistarse para la celebración del 24. Fuimos con Joao a la casa de unos parientes por el lado de su Papá.

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Al otro día nos levantamos temprano para ir por la bicicleta de Joao a la oficina y luego salir a dar una vuelta por Recife con algunos miembros del Pedal Clube. Recorrimos todo el centro de Recife, y aunque contento con el paseo constaté que 'las ciudades se conocen caminando', almorzamos y fuí a tomar una siesta como a las tres de la tarde y dormi casi hasta las diez. Comencé a leer uno de los libros de Valdo y luego de un rato volví a dormir.

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Ir a la celebración real del cumpleaños de la Tía Gil, dar otra vuelta con el Pedal Clube por Recife, paseo por Olinda con Joao y Joaozito e ir por los regalos que me hizo mi Mamá de navidad: una caramañola térmica y un sillin nuevo para la bicicleta (el que estaba usando había sufrido un accidente en Colombia y aunque me trajo hasta acá ya estaba empezando a molestar).

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Así trascurrieron mis días en Recife, muchas gracias a Joao por las atenciones, ya nos veremos en otra ocasión.

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Pitimbu - Recife

3 min read

Estado de Brasil: Pernambuco
Tiempo pedaleado: 07:49:50
Kilómetros recorridos: 104.48
Tiempo total pedaleado: 275:17
Kilómetros total recorridos: 2822.3

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Salí un poco tarde de Pitimbú esperando a que escampara un poco, me comí el desayuno con parsimonia y cuando ya era hora cogí mi impermeable y a la carretera por que no podía esperar más tiempo ahí.

La carretera aunque de piedras estaba en buen estado y aunque me llovió no terminé vuelto 'coco', solo que cuando llegué a Acaú para tomar la balsa que me llevaría al otro lado esta había salido 15 minutos antes y tenía que esperar hasta la próxima.

Entre esperar a que llegara, cargara las cosas, volviera a salir y llegara al otro lado perdí dos horas. Cuando llegué al otro lado (Carne de Vaca, que nombrecito para un pueblo) ya eran las 10 de la mañana y prácticamente no había ni comenzado el día.

Pero bueno, como de nada vale quejarse, a dar pedal y tratar de apurar el paso. Sólo que la carretera era igual a la del día anterior, muchas bajadas y subidas y yo con mi capacidad pulmonar a medias. Paré un par de veces a empujar la bicicleta otra para comprar un mango (que al final me salió regalado como otros dos de reserva para el camino) y la parada sagrada del medio día para almorzar.

Después del almuerzo llamé a Joao para avisarle que ya no llegaba al medio día y que me diera instrucciones de a dónde llegar. Me dió la dirección de su trabajo, y yo puse pies en polvorosa, salí de nuevo a la BR-101, que en este punto se vuelve mas angosta debido a las obras y sufrí mucho estrés; el costamento es casi nulo y los caminoes pasan constantemente y muy cerca de mi pequeño reino detrás de la línea blanca. Así seguí hasta Paulista dónde teniendo la oportunidad de desviarme de la 101 me fuí por la via de las playas, eran varios kilómetros más, pero mi tranquilidad lo valian, además no tenía tanto afán, Joao salia hasta las seis de la tarde y yo ya había almorzado.

Las playas de esta parte estan todas cercadas con arrecifes y estan llenas de piscinas naturales, son bastante bonitas, aunque por el clima del día no estaban en su máximo explendor.

Finalmente al finalizar la tarde llegué a Recife, pregunté por dónde llegar hasta dónde me había dicho Joao, pero gasté más tiempo del que debía y ya no iba poder llegar hasta su oficina, así que acordamos otro punto de encuentro y el pasó a buscarme en su bicicleta, recorrimos otro trecho en la ciudad y finalmente llegamos a casa. Bañarse, salir a dar una vuelta y descansar.

Por acá pasaré las fiestas navideñas y saldré de nuevo el próximo lunes.

Feliz Navidad para todos.

 

Joao Pessoa - Pitimbu

2 min read

Estado de Brasil: Paraiba
Tiempo pedaleado: 05:20:17
Kilómetros recorridos: 58.35
Tiempo total pedaleado: 269:18
Kilómetros total recorridos: 2717.82

Salir de Joao Pessoa fué tan estresante como fácil, muchos tráfico en la hora pico; pero cuando tomamos la carreterera todo se hizo más fácil.

Mucho verde y olor a campo amenizaban la carretera, no estaba haciendo mucho calor y todo iba bien hasta que empezaron las laderas, una tras otra en columpios cada vez más profundos. Tuve subidas tan empinadas que por causa de mi no tan reciente gripa y poca capacidad pulmonar tuve que bajarme de la bicicleta un par de veces para empujar, simplemente los pulmones no me daban.

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Sin embargo todo salió bastante bien y llegué sin mayores contratiempos a Pitimbú al medio día tal como lo planeado. Aquí lo único fué que nuevamente las posadas estaban muy caras (supongo que por que entre otras la temporada alta ya se acerca) y aún negociando no pude lograr un muy buen precio. Salí a almorzar y volví al hotel a tomar una siesta que duró hasta la media noche. A veces me da rabia que se me vaya el día asi.