Estado de Brasil: Río Grande do Norte
Tiempo pedaleado: 08:15:08
Kilómetros recorridos: 88.56
Tiempo total pedaleado: 259:37
Kilómetros total recorridos: 2602.09
Hoy no debí haber salido de Pipa, hoy estuvo lleno de 'pequeños percances'. Primero saliendo de Pipa a Ludmilla le dio hipo, y salta cada dos o tres pedaleadas (yo se lo atribuyo a una pequeña caída que tuvo le día que llegamos a Pipa en la playa antes de coger la balsa), luego llovió (aunque esto no es realmente malo por que refrescó un poco), y casi, casi para finalizar por culpa de mi pereza Ludmilla tenía los zapatos de arena para un día de sólo asfalto (lo que hace que yo requiera hacer casi el doble de fuerza para avanzar lo mismo).
Igual así avanzamos con normalidad hasta Canguaretama, ahí por causa del calor, me tomé una agua de coco e hice el recambio de agua para continuar el viaje. Un par de kilómetros y la BR 101 que había conocido como un bebe en Touros hasta Natal ya se convirtió en toda una señora autopista, dos carriles bien amplios con miras a convertirse en cuatro.
Por las obras de expansión de la BR tuve casi todo el camino un carril doble sólo para mi, lo único es que entre el hipo de Ludmilla y sus zapatos de arena, yo la verdad no estaba con mucha disposición para andar... y menos cuando empiezo a descubrir las 'laderas' que me había contado Edinara que iba a encontrar. Subidas laaargas y empinadas que no estaban en mi agenda y que me hicieron bajar de la bicicleta para empujar un par de veces.
La hora del almuerzo me pesco en la mitad de la BR sin ningún restaurante a kilómetros a la redonda, así que tocó echarle mano a las provisiones, tres bananos que me dio Edinara y un yogur sobre calentado que había comprado el día anterior. Así se entretuvo el estómago hasta que descubrió que bananos + yogur sobre calentado + agua de coco + vitamina de banano (leche, banano, salvado de trigo, etc) no hacían una buena combinación en mi aparato digestivo, resultado una pesadez, que ni pa' que les cuento.
Ya en este punto, ya solo quería una máquina de teletransportación para llegar hasta Mamanguape, pero nada, como esa vaina todavía no se la han inventado me tocó dar pedal y dejar de quejarme tanto, quién quita las cosas de pronto mejoraran más adelante, ¿no?.
Y mejoraron un poco si, más adelante les pedí un poco de agua a unos obreros que trabajaban en la vía, me dieron agua sí y además me encimaron un pedazo de 'rapadura' (panela) que inyectó un poco de energía al cuerpo, aunque no alivió la pesadez, pero eso también se iba a solucionar después, más adelante terminando la última ladera de esta parte del camino había una hilera de puestos que vendían piña y agua de coco; se veían ahí tan desolados en medio de la nada que decidí que iba a tomar algo en el último puesto. Realmente nunca he sido amante de la piña, pero la necesidad tiene cara de perro, así que cuando me dijeron que lo único que había era piña, pues me tocó imaginarme en el otro significado de la expresión 'chupar piña' a ver si me sabia mas rico. Pregunté cuanto costaba: R$1, así que dije 'ta' y el señor saca una piña de la nevera de icopor su cuchillo capa marranos y empieza a pelar ¡la piña entera!, yo me imaginaba que iba a dar una rodajita no más. Y así terminé comiéndome, creo que por primera vez en mi vida de adolescente-adulto, una piña entera; estaba deliciosa, dulce, jugosa. Terminé de comérmela y curiosamente empecé a sentir alivió en mi pesadez estomacal, entonces recordé que uno de los profesores de portugués que tuvimos en Somos más nos había dicho que cuando uno fuera a ir a un rodizio tenía que pedir jugo de piña, pues ayudaba a disolver la carne... si la piña ayuda a disolver la carne, ¿Cómo no iba a poder con un par de bananos, un yogur y una vitamina?
Así, con una sensación de levedad me dispuse a hacer los 20Km que me quedaban. Pedal, pedal, pedal y a lo lejos una placa que indica un retorno, brillo de alegría en los ojos pues esas placas solo aparecen cuando resta un kilómetro no más, pedal, pedal, pedal... Mananguape 10km. ¿¡Qué!? una bromita de la carretera. Todas los anteriores retornos anunciados sólo con un kilómetro de anticipación y justo el mio lo anuncian con 10. Renegar un poco, reírse de las ironías de la vida y pedalear media hora más, por que que se le va hacer.
Buscar una posada, dormir un poco, salir por algo de comer y volver para ver como el día se cerraba con broche de oro: el cuarto estaba infestado de mosquitos, tanto así que me tocó sacar mi mosquitero para dormir debajo.
Mañana poco más de 60Km y estoy en Joao Pessoa.