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Ilhéus - Caravieras

3 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 07:36:45
Kilómetros recorridos: 115.4
Tiempo total pedaleado: 374:32
Kilómetros total recorridos: 4145.39

No tenía ganas de levantarme, simplemente amanecí cansado.

Pero nada hay que continuar pedaleando, a eso fue a lo que vinimos ¿no?. Alisté mis cosas, me bañe, todo muy despacio como para dejar que las baterías se me fueran cargando (la noche anterior había olvidado dejar cargando el celular).

Salí casi a las 6.30 y a pesar de que sabia que iba para asfalto no le cambié los zapatos a Ludmilla. Iba a sufrir si, pero ese sería el precio por mi pereza.

La salida de Ilhéus es subiendo una loma, atravesando un puente y luego una carretera paralela a la playa que me recordó la salida de Aracajú, luego gira a la derecha y hay árboles al lado y lado de la carretera desierta. Solo Paz.

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Llegué a Olivença a las 8.00 en punto, bajo una de mis ahora conocidas lluvias de verano, cómo estaba lloviendo fuerte y yo no había desayunado paré en una panadería a escampar y a desayunar. Un bolo de tapioca y dos jugos de copoazu fueron mi compañía durante la media hora que duró la lluvia.

Continué pedaleando y exactamente luego de pasar el aviso del 'Km 30' empezó a caer otro palo de agua. La carretera estaba desierta, seguí pedaleando otro tramo hasta que encontré un aviso de un restaurante entré y escampé en la caseta del celador que estaba desocupada. Otra media hora. Es curioso como funciona el cuerpo, mientras estoy pedaleando cualquier tiempo muerto mi cuerpo entra en 'modo ahorro de energía', me quedo adormilado semiconsiente y luego otra vez listo para continuar.

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De ahí para adelante no más lluvia pero si algunas lomas antes de llegar a Una, ahí busqué dónde almorzar, tomé una siesta y luego fui a una 'lanhouse' para ver si la persona de Caraviera me había escrito y para cargar el celular.

Si había escrito pero nada concreto, así que le mandé mi número celular y me dispuse a pedalear me faltaban 55Km y ya eran las 2.30.

Un par de lomas mas y luego algunos trechos planos hasta llegar a la entrada del municipio: Caravieras 18Km. Eran casi las cinco cuando llegué ahí. Colocarle la luz trasera a Ludmilla y continuar. Llegue cuando ya el sol se estaba poniendo. Me metí al primer dormitorio que encontré, que por fortuna tenía un precio razonable, y luego fui por Internet y por comida.

Mañana me voy a quedar acá, voy a llevar a Ludmilla al doctor, se le quebró otro radio, y voy a encontrarme con la persona de acá, tal vez me pueda quedar en su casa una par de noches, lo que necesito para cerrar unas cosas de trabajo y planear lo que me resta del viaje.

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¡Me quedan 14 días para llegar a tiempo para el Carnaval!

 

Barra Grande

2 min read

El desayuno lo empezaban a servir a las 7.00 de la mañana, así que me levanté un poco más tarde de lo normal. Me puse a mirar cosas en Internet, a ojear la guía de playas que me regalaron la pareja de Sao Paulo.

El desayuno estuvo bastante bueno, volví al cuarto para terminar de organizar las cosas y me dio un ataque de ansiedad, me di cuenta que ya me quedaba poco dinero y no sabía como iba a sustentar lo que resta del viaje, mejor dicho si sabia, sólo que el dinero con el que 'dispongo' esta en cartera y no lo voy a tener sino hasta fin de mes.

Con todo y todo terminé saliendo a las 9.30 para tomar el ferry de las 10.00.

El ferry dura casi dos horas en ir desde Camamu hasta Barra Grande, aproveché el tiempo para leer un poco y pensar.

En Barra grande me dejé llevar por uno de los 'guías' que siempre hay en los puertos hasta un camping cercano, pues aunque (mas bien por que) Barra grande no esta muy urbanizada, el precio de las posadas es alto (para un cicloturista). El camping estaba bien y el precio aceptable (R$20).

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Armé la carpa, lave toda la ropa sucia que tenía y salí a caminarme las playas. Simplemente hermosas.

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Volví para bañarme, buscar un café internet y preguntar sobre la marea para ver a que hora podía salir.

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El internet, carísimo (R$4), y sobre la marea tenía dos opciones: salir a las 3.00 de la mañana o salir a las 2.00 de la tarde.

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Yo opté por la primera opción, aunque claro no iba a levantarme a esa hora, era claro, estaba muy cansado. Me fui para mi carpita, vi un par de capítulos de House y me quedé dormido.

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Igrapiuna - Camamu

3 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 01:15:02
Kilómetros recorridos: 18.33
Tiempo total pedaleado: 354:28
Kilómetros total recorridos: 3902.79

Amaneció lloviendo y como el trayecto del día de hoy era corto me tomé mi tiempo para salir. Desayune, organicé algunas cosas en el computador, esperé a que una ropa que había lavado se secara.

Salí como a las 10.00 de la mañana, la misión era llegar a Camamu, preguntar como llegar hasta la península de Maraú y buscar un hospedaje con internet preferiblemente (tenía una cita de trabajo ;)).

Llegué a Camanu al medio día, hacia mucho calor y por alguna razón que no se precisar yo estaba de mal genio. Tal vez era la ansiedad, ya se me está acabando el dinero y todo por acá es cada vez más caro, la comida, el hospedaje... la temporada alta que llaman.

Al final encontré un lugar con las características deseadas (nada barato, claro) y fui a almorzar. En el centro de artesanías me encontré con un argentino que se quedó mirando la camiseta que me regaló Fabricio, la del hombre y la evolución en la que el último eslabón es el hombre montando en una bicicleta, charlamos un poco de su viaje, del mio, me dio el nombre de un documental que tenía que ver: "The return of the scorcher" y luego se fue por que el colectivo que estaba esperando ya había llegado. Luego fui a almorzar al restaurante que había ahí al lado y como las mesas estaban llenas, pedí permiso a una pareja de muchachos para acompañarlos, luego por la misma camiseta, nos pusimos a hablar. Eran de Sao Paulo y estaban recorriendo las playas del sur de la Bahía, intercambiamos contactos, me regalaron una guía de playas dónde están los mapas detallados de acá hasta Rio y se fueron para Barra Grande, mi próximo destino también.

Luego al hotel a subir algunas fotos, esperar encontrarme con la persona que me había puesto una cita y a descansar.

Quién sabe si mañana pedalee, puede que me quede en Barra Grande, dicen que es bien chévere.

 

Gamboa/Morro - Igrapiuna

7 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 06:47:18
Kilómetros recorridos: 83.17
Tiempo total pedaleado: 353:13
Kilómetros total recorridos: 3884.46

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Me levanté casi a las cinco, me bañe y me puse a desmontar el campamento paso a paso (hace raaato que no hacia esto), primero sacar a Ludmilla de su compartimento, luego sacar las maletas, limpiar un poco la sobre carpa de polvo y bichos, limpiar el interior de la carpa para sacar un poco la arena, quitar estacas, doblar los tubos, doblar y organizar todo.

Desayunar, empujar la bicicleta hasta el puerto, y ¡nos juimos!

Unas personas empezaron a alegar por que el barco estaba tardando en salir y el capitán respondió que las personas de Morro (el barco pasa por allá primero) no tienen privilegios, que el barco tiene su horario de salida en Gamboa y que si tenía mucho afán que se fuera nadando (esto último no lo dijo pero lo dio a entender). Entonces un abuelo empezó a hablar con otro pasajero sobre como a veces se arman problemas grandes por nimiedades, luego criticó el sistema de transporte Valença-Gamboa-Morro, luego habló de la simplicidad y de dejar las apariencias a un lado, habló de barcos, de quillas, de pescas a mar abierto de peces que pesaban 800Kg.

Y escuchando toda esa charla se me pasó el viaje, cuando menos me di cuenta y ya habíamos llegado al puerto, bajamos a Ludmilla y cuando me fijé bien estaba en 'otro terminal', que claro queda en la 'municipalidad' de Valença, pero que en realidad queda a 20km del centro de la ciudad, que fue desde dónde cogí el barco el otro día. Pero nada, el barco igual no iba más allá, así que a pedalear se dijo.

Cuarenta y cinco minutos después estaba en el centro de Valença buscando la salida hacia Ituberá, en Ituberá me dijeron hay una cascada muy bonita que vale la pena ir a ver. Esperaba llegar allá antes de almuerzo para luego continuar hasta Camamu, pero el calor endemoniado me hizo parar antes para abastecerme de líquido y algunos sólidos.

Luego de tomarme un litro de fresco de açai con guaraná salí de nuevo a pedalear y ¿Qué pasa luego de un par de kilómetros? empieza a caer un palo de agua, una lluvia de verano que llaman los lugareños, me puse el impermeable y seguí adelante, cuando llegué al próximo pueblo vi que estaba empapado todo, las piernas por la lluvia, el pecho y la espalda por el sudor. Guardé el impermeable y seguí, ya estaba a mitad de camino.

Andar por las carreteras de Bahía, estas de esta zona por lo menos, me recuerdan las de Colombia, muchas curvas y sobre todo mucho verde, cuando no están pasando carros se pueden escuchar a los bichos y a los pájaros decirse cosas en lenguas que no entendemos.

Finalmente llegué a Ituberá, había decidido quedarme aquí, así que iba ir a bañarme en la cascada y luego volvería para buscar un sitio dónde descansar. Pedí indicaciones y continúe. La cascada queda a 6km adelante del pueblo entrando por una destapada.

Entre por el camino, la tierra estaba húmeda y a pesar del peso de Ludmilla se andaba bien. A mitad del camino descubrí que el parque estaba patrocinado por Michelín como una acción de RSE y un par de metros más adelante...

Pssssss, me pinché. Técnicamente el primer pinchazo de todo el viaje (en Sao Luis lo que había pasado era que había puesto la manguera inadecuada para la llanta).

Seguí un par de metros hasta encontrar un claro, desmonté las maletas, saqué la manguera de la llanta encontré el hueco, puse el parche y cuando estaba montando todo de nuevo, pasó un camión. El señor me ofreció su compresor para inflar la llanta, oferta que no reusé, empezamos a echar aire... ya señor, paf! explotó la manguera.

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Ahora no había caso había que desmontar todo y cambiar la manguera. Cuando estaba en esas descubrí que era lo que había pasado: (irónicamente) mi llanta Michelín, se había vencido en uno de sus bordes, cuando el señor echó el aire el aro empezó a hacer presión sobre la manguera hasta que la reventó. Esa fue la razón de la pinchada, esa fue la razón de la explosión.

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Mi primera llanta damnificada, justo hoy que pensaba que ojalá todo el equipo me durara todo el viaje. Le faltó poco eso si.

Sacar mi llanta doblable de emergencias, montar todo de nuevo, inflar la llanta hasta dónde pude( no sé que pasa con mi bomba de aire infla la llanta hasta un punto y de ahí para adelante es como si no entrar más el aire) y cuando me monté de nuevo no completaba el pedalazo. Y cuando voy a verificar: un diente e la cadena se había roto. Grrrrr.

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Respirar profundo, empujar la bicicleta lo que quedaba de camino, dejarla en el parqueadero ir a bañarme en la cascada para, por un lado justificar la ida, por otro lado relajarme un poco y luego volver a dármelas de mecánico.

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Menos mal el 'Bacan', el doctor de Ludmilla en Bogotá, me había dado un par de eslabones de cadena 'por si acaso', quité el que se había roto, lo cambié por uno de los de repuesto y ¡eureka! quedó todo bien. Luego aprovechando el desorden y que en los próximos días espero pedalear por la playa cambié las llantas de la bicicleta, va a ser un poco más duro pedalear en el asfalto, pero bueno.

Otra vez no pude inflar del todo las llantas, pero igual ya estaba muy tarde, me fui así, despacito hasta salir de nuevo a la carretera y luego de ahí seguí hasta el próximo pueblo: Igrapiúna. Ni siquiera lo había notado en el mapa. Busqué un lugar para inflar las llantas y luego dónde dormir y dónde comer.

Nuevamente al llegar a la posada y tocar cama quedé descerebrado. Me nos mal como Camamu no queda a mas de 20km de acá mañana puedo hacer roña.

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Salvador - Gamboa/Morro

2 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 06:43:04
Kilómetros recorridos: 104.59
Tiempo total pedaleado: 346:26
Kilómetros total recorridos: 3801.29

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Me levanté temprano, monté todas las cosas en Ludmilla y me fui para el puerto a coger el ferry. El viaje es corto, 45min y luego de llegar a Itaparica a pedalear se dijo.

La primera etapa hasta Nazaré eran 61Km, que los hice antes del almuerzo. En Nazaré conocí a Marcos un brasilero que también le gusta viajar en bicicleta intercambiamos contactos y continúe el viaje hasta Valença.

El último trecho no estuvo tan fácil por que recibí la visita de un viejo amigo, el viento en contra, que me hizo la vida más complicada el resto de la tarde.

Llegué a Valença a las cuatro y me fui directamente el puerto, compré mi pasaje, monté a Ludmilla en el barco y luego me fui por un helado y un par de jugos, tenía mucha sed, y por estar charlando con la señora de los jugos casi me deja el barco; me tocó saltar cual pirata para que no me dejaran.

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En el barco charlé con un par de muchachos y me recomendaron (también había escuchado esa recomendación en Salvador) no ir directamente hasta Morro sino parar en un pueblo cercano que se llama Gamboa, de ahí hasta morro son 20min caminando por la playa y todo es más barato.

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En Gamboa busqué una posada, pero no encontré nada realmente barato (tampoco busqué mucho es la verdad), así que resolví ir para un camping y pagué $R30 por dos noches (las posadas cobraban $R40 la noche).

Armé mi 'barraca', me acomodé lo mejor que pude, realmente una carpa de una persona es muy pequeña cuando necesitas dormir junto con el equipaje Y la bicicleta, busqué algo de comer y luego volví para verme un par de capítulos de House antes de dormir.

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Mañana habrá que darse el vuelto a la isla a pié.

 

Salvador

3 min read

Me levanté temprano a ojear en internet si Araiz, una amiga española que conocí en Manaus y que ahora esta en Salvador, me había escrito y mientras estaba en esas conocí a dos chicas chilenas que estaban en el hostal y que salían con destino a Morro de Sao Paulo. Les ayudé a buscar información de como llegar (y de paso averigüe para mi pues yo también quiero ir allá), desayunamos juntos y luego las acompañe hasta el Catamarán.

Para llegar a Morro de Sao Paulo hay dos opciones: la primera, tomar un Catamarán, que básicamente es una lancha grande y rápida que lo lleva a uno directamente desde Salvador hasta la isla, cuesta $R75 y demora 2h en llegar, no recomendable para personas con el estómago sensible, el Catamarán va muy rápido y las estadísticas dicen que el 70% de las personas vomita. La segunda, la adecuada para mi, es tomar un ferry ($R 3.50 persona, $R10.50 bicicleta) hasta Itaparica y de ahí montarse en moto/carro/bus/bicicleta e ir hasta un pueblo que se llama Valenca, para luego de ahí tomar un barco hasta la isla ($R7.50).

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Luego di una vuelta rápida (llovía y la mañana se me estaba pasando muy rápido) por el mercado del centro y la parte del Pelorinho que no había visto.

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Intenté comunicarme infructuosamente con Valci y resolví ponerme en contacto con Paulo, pasé por su trabajo y de ahí fuimos a un taller que quedaba cerca para descubrir que el mecánico no había ido hoy. Problema, los demás talleres estaban básicamente al otro extremo de la ciudad, intentamos llamar a otros amigos de el a ver si conocían algún taller más cercano y al final resolví comerme un 'lanche' e ir hasta allá, estaba perdiendo tiempo valioso.

Salimos con Ludmilla en busca del taller, nos perdimos, pero igual encontramos el taller serendipitosamente.

Ahí conocí a Aldemir, una de esas personas que se nota que hacen su trabajo con amor, quién mientras cambiaba el radio roto, le cambiaba el aceite a la manzana trasera de la bicicleta y le cambiaba los pedales a Ludmilla me contaba su visión sobre la bicicleta y su viaje extremo de Salvador a Aracajú en un día. ¡Un día! 345Km en un día.

Me explicó, que esa era su manera de hacer 'reset' a la rutina, que mientras hace ese tipo de desafíos aprende apreciar realmente la vida, estás exigiéndote físicamente al máximo.

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Pasar a despedirme de Paulo y volver al hostal para descubrir junto con el dueño que el wireless no funcionaba por que tenían los cables puestos al contrario.

Mirar con calma correo, planear el viaje, buscar algo que comer (como recordarán no había almorzado) y a desvelarme como de costumbre un día antes de iniciar una nueva etapa.

 

Xingó

2 min read

Fabricio tiene una empresa de Turismo, Peregrinos Tours, dedicada principalmente a deportes de aventura, Rapel, Trecking, Cicloturismo. Para ese fin de semana el tenía organizado un viaje a la Represa de Xingó y pues como se lograron a completar todos los puestos, me pude colar, jeje.

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Nos levantamos temprano y nos encaminamos al interior de Sergipe hacia Xingó, Xingó es una represa que esta ubicada en la frontera entre Sergipe y Alagoas y se alimenta de las aguas del Rio San Francisco (el más importante de la región nordestina con una extensión de 3.200 km, [Wikipedia]).

Allí ibamos a practicar rapel, conocer la represa y hacer una caminada corta por los alrededores.

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El primer día llegamos, almorzamos, descansamos un poco y hacia el final de la tarde nos dedicamos a la práctica del Rapel. Organizamos el equipo, y uno a uno iban descolgandose del puente de 8 o 12 metros (no recuerdo bien) de altitud. Ya hacia el final de la tarde todos llenos de un poco de adrenalina volvimos a nuestras respectivas acomodaciones y luego nos encontramos en el pueblo (Piranhas) para disfrutar de la noche del lugar.

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Al otro día levantarse temprano e iniciar el regreso, no antes sin pasar por la represa y el museo arqueológico de Xingó.

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De vuelta para Aracajú el bus era una sola fiesta, todos cantando y armando relajo.

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Sin pensarlo terminé conociendo este bonito lugar y una vez pensando momentaneamente en todos esos otros que me he perdido sin saber.

 

Puntos de Experiencia 2009

2 min read

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Se acerca el fin de año y llevo días pensando en cuál sería mi compilación de puntos de experiencia para este año. Sin lugar a dudas el haber emprendido este viaje se lleva buena parte de los puntos aunque más importante, creo, han sido las ideas relacionadas con lo "definitivo y lo temporal", inspiradas (pero no restringidas) a la lectura del libro de Javier.

Definitivos y/o temporales acá van algunos hechos:

  • Fui y volví al cañón de Chicamocha (mi primera "odisea")
  • Viví con A. los momentos previos a mi muerte (Hace un año, pensando en el viaje, llegué a la conclusión de que este viaje iba a ser la muerte de un yo).
  • Morí (dejé a mi familia, mis amigos y mucho de lo que me "definía", atrás para pedalear de más en busca de lo que no se me había perdido)
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre lo que es "necesario"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la humildad
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre la sencillez
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) sobre cuáles son "mis límites"
  • Intenté aprender (y continuo aprendiendo) a vivir el presente
  • Pienso de cuando en cuando en la frase de "Into the Wild": Happiness is only complete when it is shared.

Mucha gente durante el viaje me preguntaba sobre si no tenía miedo, de dónde sacaba fuerzas para continuar... de pues de mucho pensarlo (o no), concluí que la respuesta era curiosamente: no pensar.

Intentar vivir el día a día sin pensar (mucho) en el que vendrá es una experiencia liberadora; cada hecho, cada imagen se presenta de una manera tan vívida y al mismo tiempo tan transitoria que me es difícil fijar las imágenes en la memoria.

En este año nuevo hagan el intento, como Laura, cojan su bicicleta (o pónganse sus tenis de caminar) y salgan por ahí sin rumbo fijo, sin tratar de prever que viene tras la próxima esquina.

Creanme se sorprenderán.

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Joao Pessoa

1 min read

Luego de toda la semana estar convaleciente en la casa, comiendo, durmiendo y comiendo al final de la semana fuimos con Joao y Hadit al cierre de actividades de la escuela de Kung Fu en la que ellos practican.

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Hubo demostraciones de varias técnicas y la reunión estuvo en general muy chévere.

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Al dia siguiente fuimos, finalmente, con Joao a Punta Seixas, al lugar más al oriente de toda sur-america. Se siente chévere estar ahi y haber llegado por tus propios medios. Luego Joao tenía que ir para su clase de acupuntura así que yo seguí dando vueltas en la bici para desentumirme un poco y ver como me sentía para iniciar el viaje nuevamente.

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Fuí bien lejos, hasta la punta de la bahia en la que esta construida Joao Pessoa y volví sin medio pulmon, pero con la seguridad que no me iba ir tan mal cuando iniciase mi viaje.

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Ya luego sólo restaba arreglar las maletas y preparar todo, Recife me espera.

 

Pipa - Mamanguape

6 min read

Estado de Brasil: Río Grande do Norte
Tiempo pedaleado: 08:15:08
Kilómetros recorridos: 88.56
Tiempo total pedaleado: 259:37
Kilómetros total recorridos: 2602.09

Hoy no debí haber salido de Pipa, hoy estuvo lleno de 'pequeños percances'. Primero saliendo de Pipa a Ludmilla le dio hipo, y salta cada dos o tres pedaleadas (yo se lo atribuyo a una pequeña caída que tuvo le día que llegamos a Pipa en la playa antes de coger la balsa), luego llovió (aunque esto no es realmente malo por que refrescó un poco), y casi, casi para finalizar por culpa de mi pereza Ludmilla tenía los zapatos de arena para un día de sólo asfalto (lo que hace que yo requiera hacer casi el doble de fuerza para avanzar lo mismo).

Igual así avanzamos con normalidad hasta Canguaretama, ahí por causa del calor, me tomé una agua de coco e hice el recambio de agua para continuar el viaje. Un par de kilómetros y la BR 101 que había conocido como un bebe en Touros hasta Natal ya se convirtió en toda una señora autopista, dos carriles bien amplios con miras a convertirse en cuatro.

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Por las obras de expansión de la BR tuve casi todo el camino un carril doble sólo para mi, lo único es que entre el hipo de Ludmilla y sus zapatos de arena, yo la verdad no estaba con mucha disposición para andar... y menos cuando empiezo a descubrir las 'laderas' que me había contado Edinara que iba a encontrar. Subidas laaargas y empinadas que no estaban en mi agenda y que me hicieron bajar de la bicicleta para empujar un par de veces.

La hora del almuerzo me pesco en la mitad de la BR sin ningún restaurante a kilómetros a la redonda, así que tocó echarle mano a las provisiones, tres bananos que me dio Edinara y un yogur sobre calentado que había comprado el día anterior. Así se entretuvo el estómago hasta que descubrió que bananos + yogur sobre calentado + agua de coco + vitamina de banano (leche, banano, salvado de trigo, etc) no hacían una buena combinación en mi aparato digestivo, resultado una pesadez, que ni pa' que les cuento.

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Ya en este punto, ya solo quería una máquina de teletransportación para llegar hasta Mamanguape, pero nada, como esa vaina todavía no se la han inventado me tocó dar pedal y dejar de quejarme tanto, quién quita las cosas de pronto mejoraran más adelante, ¿no?.

Y mejoraron un poco si, más adelante les pedí un poco de agua a unos obreros que trabajaban en la vía, me dieron agua sí y además me encimaron un pedazo de 'rapadura' (panela) que inyectó un poco de energía al cuerpo, aunque no alivió la pesadez, pero eso también se iba a solucionar después, más adelante terminando la última ladera de esta parte del camino había una hilera de puestos que vendían piña y agua de coco; se veían ahí tan desolados en medio de la nada que decidí que iba a tomar algo en el último puesto. Realmente nunca he sido amante de la piña, pero la necesidad tiene cara de perro, así que cuando me dijeron que lo único que había era piña, pues me tocó imaginarme en el otro significado de la expresión 'chupar piña' a ver si me sabia mas rico. Pregunté cuanto costaba: R$1, así que dije 'ta' y el señor saca una piña de la nevera de icopor su cuchillo capa marranos y empieza a pelar ¡la piña entera!, yo me imaginaba que iba a dar una rodajita no más. Y así terminé comiéndome, creo que por primera vez en mi vida de adolescente-adulto, una piña entera; estaba deliciosa, dulce, jugosa. Terminé de comérmela y curiosamente empecé a sentir alivió en mi pesadez estomacal, entonces recordé que uno de los profesores de portugués que tuvimos en Somos más nos había dicho que cuando uno fuera a ir a un rodizio tenía que pedir jugo de piña, pues ayudaba a disolver la carne... si la piña ayuda a disolver la carne, ¿Cómo no iba a poder con un par de bananos, un yogur y una vitamina?

Así, con una sensación de levedad me dispuse a hacer los 20Km que me quedaban. Pedal, pedal, pedal y a lo lejos una placa que indica un retorno, brillo de alegría en los ojos pues esas placas solo aparecen cuando resta un kilómetro no más, pedal, pedal, pedal... Mananguape 10km. ¿¡Qué!? una bromita de la carretera. Todas los anteriores retornos anunciados sólo con un kilómetro de anticipación y justo el mio lo anuncian con 10. Renegar un poco, reírse de las ironías de la vida y pedalear media hora más, por que que se le va hacer.

Buscar una posada, dormir un poco, salir por algo de comer y volver para ver como el día se cerraba con broche de oro: el cuarto estaba infestado de mosquitos, tanto así que me tocó sacar mi mosquitero para dormir debajo.

Mañana poco más de 60Km y estoy en Joao Pessoa.