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Bike powered nowmad looking for what has not been lost to him while contribute with his work and ideas wherever he is.

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dramirezaragon

 
 

Gamboa/Morro - Igrapiuna

7 min read

Estado de Brasil: Bahía
Tiempo pedaleado: 06:47:18
Kilómetros recorridos: 83.17
Tiempo total pedaleado: 353:13
Kilómetros total recorridos: 3884.46

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Me levanté casi a las cinco, me bañe y me puse a desmontar el campamento paso a paso (hace raaato que no hacia esto), primero sacar a Ludmilla de su compartimento, luego sacar las maletas, limpiar un poco la sobre carpa de polvo y bichos, limpiar el interior de la carpa para sacar un poco la arena, quitar estacas, doblar los tubos, doblar y organizar todo.

Desayunar, empujar la bicicleta hasta el puerto, y ¡nos juimos!

Unas personas empezaron a alegar por que el barco estaba tardando en salir y el capitán respondió que las personas de Morro (el barco pasa por allá primero) no tienen privilegios, que el barco tiene su horario de salida en Gamboa y que si tenía mucho afán que se fuera nadando (esto último no lo dijo pero lo dio a entender). Entonces un abuelo empezó a hablar con otro pasajero sobre como a veces se arman problemas grandes por nimiedades, luego criticó el sistema de transporte Valença-Gamboa-Morro, luego habló de la simplicidad y de dejar las apariencias a un lado, habló de barcos, de quillas, de pescas a mar abierto de peces que pesaban 800Kg.

Y escuchando toda esa charla se me pasó el viaje, cuando menos me di cuenta y ya habíamos llegado al puerto, bajamos a Ludmilla y cuando me fijé bien estaba en 'otro terminal', que claro queda en la 'municipalidad' de Valença, pero que en realidad queda a 20km del centro de la ciudad, que fue desde dónde cogí el barco el otro día. Pero nada, el barco igual no iba más allá, así que a pedalear se dijo.

Cuarenta y cinco minutos después estaba en el centro de Valença buscando la salida hacia Ituberá, en Ituberá me dijeron hay una cascada muy bonita que vale la pena ir a ver. Esperaba llegar allá antes de almuerzo para luego continuar hasta Camamu, pero el calor endemoniado me hizo parar antes para abastecerme de líquido y algunos sólidos.

Luego de tomarme un litro de fresco de açai con guaraná salí de nuevo a pedalear y ¿Qué pasa luego de un par de kilómetros? empieza a caer un palo de agua, una lluvia de verano que llaman los lugareños, me puse el impermeable y seguí adelante, cuando llegué al próximo pueblo vi que estaba empapado todo, las piernas por la lluvia, el pecho y la espalda por el sudor. Guardé el impermeable y seguí, ya estaba a mitad de camino.

Andar por las carreteras de Bahía, estas de esta zona por lo menos, me recuerdan las de Colombia, muchas curvas y sobre todo mucho verde, cuando no están pasando carros se pueden escuchar a los bichos y a los pájaros decirse cosas en lenguas que no entendemos.

Finalmente llegué a Ituberá, había decidido quedarme aquí, así que iba ir a bañarme en la cascada y luego volvería para buscar un sitio dónde descansar. Pedí indicaciones y continúe. La cascada queda a 6km adelante del pueblo entrando por una destapada.

Entre por el camino, la tierra estaba húmeda y a pesar del peso de Ludmilla se andaba bien. A mitad del camino descubrí que el parque estaba patrocinado por Michelín como una acción de RSE y un par de metros más adelante...

Pssssss, me pinché. Técnicamente el primer pinchazo de todo el viaje (en Sao Luis lo que había pasado era que había puesto la manguera inadecuada para la llanta).

Seguí un par de metros hasta encontrar un claro, desmonté las maletas, saqué la manguera de la llanta encontré el hueco, puse el parche y cuando estaba montando todo de nuevo, pasó un camión. El señor me ofreció su compresor para inflar la llanta, oferta que no reusé, empezamos a echar aire... ya señor, paf! explotó la manguera.

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Ahora no había caso había que desmontar todo y cambiar la manguera. Cuando estaba en esas descubrí que era lo que había pasado: (irónicamente) mi llanta Michelín, se había vencido en uno de sus bordes, cuando el señor echó el aire el aro empezó a hacer presión sobre la manguera hasta que la reventó. Esa fue la razón de la pinchada, esa fue la razón de la explosión.

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Mi primera llanta damnificada, justo hoy que pensaba que ojalá todo el equipo me durara todo el viaje. Le faltó poco eso si.

Sacar mi llanta doblable de emergencias, montar todo de nuevo, inflar la llanta hasta dónde pude( no sé que pasa con mi bomba de aire infla la llanta hasta un punto y de ahí para adelante es como si no entrar más el aire) y cuando me monté de nuevo no completaba el pedalazo. Y cuando voy a verificar: un diente e la cadena se había roto. Grrrrr.

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Respirar profundo, empujar la bicicleta lo que quedaba de camino, dejarla en el parqueadero ir a bañarme en la cascada para, por un lado justificar la ida, por otro lado relajarme un poco y luego volver a dármelas de mecánico.

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Menos mal el 'Bacan', el doctor de Ludmilla en Bogotá, me había dado un par de eslabones de cadena 'por si acaso', quité el que se había roto, lo cambié por uno de los de repuesto y ¡eureka! quedó todo bien. Luego aprovechando el desorden y que en los próximos días espero pedalear por la playa cambié las llantas de la bicicleta, va a ser un poco más duro pedalear en el asfalto, pero bueno.

Otra vez no pude inflar del todo las llantas, pero igual ya estaba muy tarde, me fui así, despacito hasta salir de nuevo a la carretera y luego de ahí seguí hasta el próximo pueblo: Igrapiúna. Ni siquiera lo había notado en el mapa. Busqué un lugar para inflar las llantas y luego dónde dormir y dónde comer.

Nuevamente al llegar a la posada y tocar cama quedé descerebrado. Me nos mal como Camamu no queda a mas de 20km de acá mañana puedo hacer roña.

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Joao Camara - Touros

3 min read

Estado de Brasil: Rio Grande do Norte
Tiempo pedaleado: 04:01:50
Kilómetros recorridos: 64
Tiempo total pedaleado: 198:59
Kilómetros total recorridos: 2347.7

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El camino desde Joao a Camara hasta Touros fué por una carretera secundaria laaaarga, que parecia no tener fin. Lo bueno es que en carreteras así casi no hay tránsito entonces se puede ir más rápido y tampoco hay que preocuparse tanto por los carros.

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Pedalee y pedalee y no llegabamos a ninguna parte, pero como decia antes como no había ni carros y por fortuna no mucho viento, yo iba relajado hasta que empezó a acabarse el agua. Como se acostumbra uno a las cosas de rápido ¿no?, o mejor como el cuerpo se adapta a las circunstancias. En Bogotá a duras penas me tomaba dos vasos de agua al día y acá me estoy mandando casi ¡cuatro litros!, así que cuando empieza a escasear, me empiezo a preocupar.

Cuando finalmente llegué a un poblado ya casi era la hora del almuerzo y no sabia que tan lejos estaba de Touros, así que no sabia si buscar un lugar para tomar un jugo o mejor buscar dónde almorzar. La desición me la hicieron fácil, todo estaba cerrado, así que mejor era continuar, aunque no sin parar en alguna casa a preguntar que tan lejos estaba y a pedir un poco de agua. Recargados asi los tanques seguimos pedaleando hasta que llegamos a la mítica BR-101 la carretera estatal que recorre todo el litoral y que nace en Touros, de ahí hasta el centro del pueblo sólo faltaban un par de kilometros.

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Almorcé con medio pollo, frijolitos, yuquita un juguito de Jaca, encontré una posada barata y dormi (tristemente) toda la tarde, cuando por fín sali ya era muy tarde para caminar por la playa (la marea estaba subiendo) pero alcancé a tomar algunas fotos.

Luego de vuelta en la posada preguntar sobre cuál sería el mejor camino para llegar hasta Maxaranguape, otra vez dos opciones, ir por la BR, más rápido, o cerca a la playa, se conocen más lugares. Creo que esta vez me voy a ir por la playa, me dicen que aunque no es pavimentada la via es una destapada que da para andar bastante bien. Vamos a ver.

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Me quedan dos días para llegar a Natal.

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Fortaleza - Praia das Fontes

5 min read

Estado de Brasil: Ceará
Tiempo pedaleado: 08:16:36
Kilómetros recorridos: 90.09
Tiempo total pedaleado: 159:09
Kilómetros total recorridos: 1827.49

Como todo buen deportista necesita energías para comenzar el día 'tuve' que esperar un poco por un desayudo de campeones antes de volver a salir a la calle a pedalear, mas resuelto ese punto solo quedaba la 'estrada' entre mi actual posición dentro de Fortaleza y la Praia das Fontes, un lugar del que no sabía nada y que ví en un folleto que estaba en la posada.

Salí casi a las 8.00 de la mañana y me fuí por una calle paralela a la playa en dirección 'Litoral Leste', pasé por lugares que ya había visto en mis caminatas de los días anteriores y justo cuando pasaba delante del 'Igaraope shopping', uno de los más nuevos, recibi lo que podríamos llamar mi primer patrocio informal: En un esquina esperando el cambio de luces de un semáforo un tipo de una camineta me llamó, me preguntó de dónde venía y hacia dónde iba y antes de que cambiara la luz saco por la ventanilla del carro un billete de R$20, que acepté un poco consternado, el encendió su motor, yo seguí pedaleando y ya está(Recuerdenme pasar por barrios 'bien' al salir de las ciudades más seguido ;)).

Ya saliendo de Fortaleza por el oriente, cerca a la Universidad de Fortaleza, me fuí por una cicloruta que en Bogotá equivaldria a una que fuera de la autopista norte hasta Sopó, asi que ese pedazo del viaje fué muy tranquilo, sin preocuparse por los carros ni nada de eso, igual aqui en Ceará, y sobre todo por acá, las vias están bastante bien. En Sopó, digo en Aquiraz me tomé un par de jugos de naranja y empecé a pedalear de nuevo con la esperanza de llegar hasta Beberibe para almorzar, solo que ni Beberibe estaba tan cerca, ni el viento iba a dejarmela tan fácil. Total me tocó parar un par de poblados antes, almorzar y volver a lo de la pedaleada luego, lo chévere del asunto fué que justo después de pasar Cascavel, el penúltimo pueblo antes de llegar a mi destino, me encontré con un par de viajeros en Bicicleta: Petterson y Manu, dos muchachos de Pernabuco con cara de hippies (y probablemente lo sean) que despues de viajar en bus por todo el Brasil, decidieron comprarse un par de biciletas y hacer mas o menos la misma ruta que yo estoy llevando. También salieron de Belem, pasaron por las Lençois, pasaron por Jerí y Fortaleza y ahora van para Mossoró, luego Natal y adivinen dónde quieren terminar: En Rio.

Al lado de ellos yo soy como el niño de Papi y Mami que va de campamento con sus amigos de los Scouts y que llevan una maleta gigante superfina con un montón de cosas que probablemente no sabe como funciona y que tampoco sabe como usar; ellos viajan supremamente leve, yo creo que si llegan a completar la mitad del peso que yo llevo, entre los dos, es mucho, y con todo y que ¡llevan hasta al gato!. Me dió mucha alegria y también un poco de envidia verlos, de verdad van tan leves, no solo físicamente sino que se les ve que espiritualmente no tienen nada de peso; nos sentamos ahí a charlar a la sombra de unos Cajuerios y nada, yo tenia que seguir pedaleando y ellos eventualmente también. Supongo que me los encontrá de nuevo en la carretera más adelante.

Al final del día, a las 5.30 llegué hasta la Praia das Fontes, es tan tranquilo acá, es sólo una calle larga con un puñado de casas a los costados a la sombra de una hilera de torres con hélices de la encina eólica del lugar. Tiene más bien pocos hoteles y posadas y el poblado no tiene nada de ruido. Inmediatamente pensé que me gustaría vivir acá, solo que como ya es un punto turístico los terrenos valen entre R$15.000 y R$30.000, ¿Será que encuentro mi lugar idilico de acá hasta Rio? ¿Será que si lo encuentro alguien comparte la locura para juntar unos pesos y comprar un terreno?

Por lo pronto me voy a quedar aquí mañana y visitaré las "Fontes" que le dan al nombre al lugar, que son fuentes de agua semi-mineral al lado del Mar.

 

Fortaleza

3 min read

Fortaleza ha sido hasta ahora la ciudad que más me ha gustado de las que he visto en el Litoral. La verdad no sabría como explicar eso, por que la ciudad en si no tiene las playas más bonitas (las de Sao Luis lo son por mucho), el tráfico no es el más organizado, ni es precisamente la mas limpia. Sólo se que en el aire se respira un aire totalmente diferente al de las demás.

Me gustó mucho de Fortaleza que a pesar de ser una ciudad turística tiene una vida cultural interesante enfocada para los locales. El Centro Cultural Dragao do Mar, el teatro Jose Alcemar, el Cinema Sao Luiz entre otros tiene una oferta bastante amplia y sobre todo accequible para todo público. Aqui pude ir a ver cine francés, cine español, cine brasilero, la antesala a un espectáculo de danza y todo sin gastar más de $10.000. Aqui en Fortaleza recorde lo mucho que me hace falta, a pesar de no ser un usuario regular de esos servicios en Bogotá, los eventos culturales: cine, teatro, danza, bibliotecas. Creo que si me mudara a un lugar en el campo o cerca de una playa eso sería lo que más me haría falta.



La ciudad es grande si, pero no demasiado, yo recorrí la mitad de la ciudad en poco mas de hora y media caminando, lo que quiere decir que en bicicleta uno podría vivir en un extremo de la ciudad y trabajar en el otro y no tardar más de 45 minutos. Lo interesante también es que aquí hay más consiencia a la bicicleta como deporte y medio de transporte mismo que en otras ciudades. Cómo ya contaba antes hay grupos parecidos al de CICLOPASEOS de los Miercoles en Bogotá, de gente que se reune para viajar por la ciudad en bicileta por la noche, y no son pequeños, las dos veces que me los encontré (finalmente no sali con ellos por que no alcancé a llegar a tiempo) iban por lo menos 100 personas.



El Centro tiene bastante movimiento, se parece un poco al de Bogotá, pero un poco más caliente y con plazas y parques llenos de árboles cada tanto; por otra parte en general el sistema de alcantarillado no es muy bueno y tanto en los barrios periféricos como en los gomelos se encuentran canales de agua maloiente cada un par de calles; relacionado con eso caminando por un barrio gomelo note algo que me pareció curioso: no hay cestas de basura en las esquinas, es como si esos barrios no estuvieran diseñados para que la gente caminase, como si se asumiera que allí todo el mundo va a estar en carro. ¿Será así terminará siendo en todas partes, las calles para los carros y los recintos para las personas?, ojalá que no.

 

Belém

3 min read

LLevo tan sólo dos semanas en Brasil y ya pareciera que llevara meses. Creo que una de las cosas que influencia mucho esa sensación es la manera como he sido tratado por la gente.

Acá en Belem, me estoy quedando (hasta el Lunes) en la casa de Gustavo, el y su familia me acogieron com un hermano y un hijo más. Cosas tan sencillas como las comidas en familia, ayudar en las ideas artíticas de Rosana (la Mamá de Gustavo), salidas con los amigos Gustavo, hacen que uno sienta que ya ha vivido con ellos toda la vida.

En terminos generales, Belem me ha gustado mucho más que Manaus, es también una ciudad muy antigua que se desarrolló principalmente por la época de la borracha. Sin embargo Belém está mejor estructurada urbanisticamente, o esa es la impresión que yo tuve, el transporte público está más ordenado (y más barato), en general las vias no estan tan mal, la inversión en la recuperación del patrimonio histórico se nota...

Lo único realmente malo es la sensación de inseguridad, la mayoria de las personas viven con miedo de ser asaltados, por lo menos el 90% de las personas ha sufrido un asalto o conoce alguien que ha sido asaltado. Es triste por que la gente esta todo el tiempo prevenida de hasta que hora estar, si caminar o no por tal calle, etc. Igual que caulquier ciudad, incluida Bogotá, pero multiplicado por 50.

Con todo y todo, yo sali por ahí como me es costumbre a caminar sin rumbo fijo y no tuve ningún problema.

Acá em Belem conocí la Ciudad Velha, El Mercado de Ver-o-Peso (un Paloquemao un poco más organizado), la Estacao das Docas, la Plaza de la República, uno de los Parques Botánicos y el bar de Ortto (no se si se escriba así) dónde tomé algunas clases del "Aula de Bohemios Consumados" que dicta Neto (uno de los amigos de Gustavo). No fuí a ninguna de las playas cercanas, ni a la Ilha de Marajó, creo que las dejaré para otra visita ;).






También seguí el consejo de Valdo y comí "Pato no Tucupi", de hecho fuí a Ver-o-Peso por los ingredientes para que lo preparan acá en la casa, y me tocó comprar el Pato vivo y todo.












Salí algunos días a entrenar y tuve buenos tiempos. Así que creo que todo está casi listo para continuar, acá mi "Routeiro" para la próxima semana.

Mañana estaré alistando maleta, comprando algunas cosas que me faltan y me preparé psicologícamente para la partida.

 

Ya estoy en Bogotá

1 min read

Despues de casi 12 horas de viaje en mi caballito de acero finalmente
llegué sano y salvo a mi casa a las 7.15 de la noche.

L. mi sensei me acompaño buena parte del recorrido del día de hoy.

Un bañito, una buena comida y el merecido sueño que me dispongo a
tomar son la forma de finalizar este extenuante día.

Mas lueguito termino de organizar la info y las fotos.

 

Y ya casi llegamos

1 min read

Otra vez me desvié del plan original y en lugar de ir hasta Tunja
terminé en Villa de Leyva. No sé por alguna razón me parece más bonito
que la capital boyacense.

Los últimos tramos de la ruta han sido más suaves de lo que me
esperaba. Como será la cosa que hasta les he tomado cariño a los
columpios (si uno les coje el tiro hacen las subidas más amables). Tal
vez, es por que con el recorrido de ida ahora tengo más "gañaña" o
simplemente que la he tomado más suave.

En cualquier caso mañana tengo la última etapa: Villa de Leyva -
Bogotá y tengo que hacerla si o si en un día. Ya veremos cómo me va.

En Bogotá organizo las fotos y los mapas del recorrido.

Nos vemos en la nevera.

 

Dia V (I) - Y empieza el retorno

2 min read

Hoy empezamos el viaje de retorno hacia Bogotá. 353Km según el plan
original (contando Pescadero).

La idea para el retorno es:

Dia 1: Aratoca - San Gil
Dia 2: San Gil - Oiba
Dia 3: Oiba - Moniquira
Dia 4: Moniquira - Tunja
Dia 5: Tunja - Bogotá

La primera etapa ya la cumplimos, nos tocó salir un poco más tarde de
lo habitual por que amaneció lloviendo en Aratoca y pues qué les diré,
pedalear mojándose o sobre la carretera mojada no es algo que me
emocione particularmente.

Con A. hablabamos un poco al almuerzo que es un poco muy diferente la
experiencia del acompañante desde la distancia al que está en la ruta.
Los primeros días mientras que yo venía para acá yo le contaba como me
había ido y que había logrado y ella no podía más que imaginar. Hoy
arrancamos casi al mismo tiempo y A. me comentaba que en partes de las
ruta estaba pegada del techo, que por la neblina, que por los
camiones, que por... "Ojos que no ven, corazón que no siente". Me
imagino que lo mismo aplicará para mi Mamá y mis tías que sólo pueden
imaginar. Pobre A. que tiene que 'tiene' que angustiarse.

Ya casi se carga el iPod (que no le gusta sudar y ya no muestra nada
en la pantalla [pero suena]), intento subir un par de fotos... y nos
vemos mañana desde Oiba (otra vez).

 

Dia II (I)

3 min read

El segundo dia ha sido de lejos muchísimo más cansado que el primero.
Se notan los kilometros que se llevan encima.

La salida de Chiquinquirá fué en medio de la niebla. De alguna manera
esto fué un poco alentador por que el no ver que tan dificil es el
camino que te espera hace las cosas un poco más fácil, además el rocio
que se te va pegando en la cara y en la ropa no deja de ser un poco
refrescante.

Luego de un buen trecho empieza la bajada, son varios kilometros
bastante tranquilos. De un momento a otro te encuentras ya en
Santander.

Una de mis paradas obligadas era Puente Nacional, dónde pasé por un
desayuno de campeones cerca del terminal: Caldito, huevos y chocolate
eran la gasolina que necesitaba para el resto del día. Ahi desayunando
me encontré con don Raimundo un señor pensionado que al verme con las
maletas se acordó de su idea de viajar hasta Argentina en bicleta, por
ahí quedé de pasarle el dato de un conocido que hizo ese viaje, ojalá
le terminen de dar ganas y salga a la ruta.

Don Raimundo me acompaño un buen trecho, ya no se a ciencia cierta
hasta dónde, el caso es que mi siguiente parada en la ruta Barbosa se
me desapareció y cuando menos lo pensé llevaba un buen trecho y nada
que llegaba a ningúna parte. Más adelante me encontré con otro señor
que venía desde Bogotá también camino hacia Socorro. Me tomó una foto
yo le tomé otra, charlamos un rato mientras pedaleabamos, el fué el
que me dijo que Barbosa había quedado kilometros atrás y que ya estaba
a mitad de camino de Oiba.

Si ayer la parte dura fué contra el viento, hoy el reto fueron los
malditos culumpios (subidas y bajadas que se sucenden una tras de
otra). El camino desde Puente hasta Oiba esta lleno de estas nada
gratas atracciones. Tan mamado estaba de las subidas y las bajadas que
el último kilometro hasta Oiba lo tuve que hacer llevando la bicicleta
a cuestas. Y todo esto bajo yo no sé cuantos grados y con un calor de
los mil demonios.

Llegué, me bañé, sali por almuerzo y volví por una siestesita.

Ya ahora voy en busca de comida, luego otro duchazo y luego a la cama
por que mañana es la parte más dura: Oiba - Aratoca.

Resumen de la Jornada:
Chiquinquira-puente 39.88
Puente-oiba 74.98