Estos últimos días han sido un poco agitados y extraños para mi. Que digo estos últimos días, tooodo este últmo año. No sé si será el cambio de etapa, de que ya en definitiva, así no lo quiera hay cosas que quedaron atrás. En este año he decepcionado a gente, me han desconocido, me he desconocido. Hace rato lo veía venir, creo, esa/esta maldita enfermedad del aburrimiento no podía dejar pasar mucho tiempo sin mostrar sus secuelas y sus marcas.
Igual para mi caso actual, ya no importa, toca echarse babitas y seguir, por que el palo no esta para cucharas y hay que hacer muchas cosas. Todo el cuento de la empre, esa nueva *opción* que nos hemos creado para "no dejarnos capturar por el sistema" me tiene bastante motivado, las personas con las que estoy trabajando son de lo mejor que he conocido y trabajar con ellos me alegra mucho. Por fortuna tenemos mucho que hacer, aunque la verdad debo confesar que hay momentos antes de la siesta busetera o irme a dormir que me detengo un momento a pensar en todas las cosas que hay por hacer y me da susto. No sé hasta que punto sea un miedo justificado, pero tengo miedo que no podamos con todo, que nos quememos. A la larga creo que no debería preocuparme por eso, como dice una amiga: no sirve de nada, lo importante es *ocuparse* y ya.
Y eso estaré haciendo... vamos a ver como me vá.