En mis actuales circunstancias no podría haber tenido mejor año nuevo. Fui acogido como uno más por mi familia alagoana.
Juntos preparamos la cena de año nuevo, yo hice mi contribución enseñandoles a hacer tajadas y patacones. A la media noche hubo fuegos artificiales y luego nos sentamos a hablar hasta las dos o tres de la mañana, historia venía e historia iba.
Ya al otro día fuimos a pasear por los alrededores, comimos por fuera, conocí la "Fruta Pao" (que para podersela comer uno la tiene que cocinar y luego al comersela efectivamente sabe a pan).
Visitamos a la Mamá de Calaça, compramos cangregos y nos los comimos en la calle, bailamos Forro, comimos buchada de boi(cabra) y en general tuve unos días muy felices.
Al final fue dificil despedirme de todos ellos. Espero volver por acá a visitarlos.