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Manaus

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Manaus fué la confirmación parcial de la enigmática sentencia de Cristiano (un amigo brasilero que vivió unos meses en Colombia): "Los colombianos son más brasileros que los brasileros".

Manaus no tiene nada que envidiarle (desgraciadamente) a ninguna ciudad colombiana en lo que al caos respecta: Vendedores ambulantes, trancones, vendedores en los buses, taxistas abusivos, etc. Se siente uno "como en casa", sólo que con gente hablando en otro idioma y un calor insoportable.

Pero seamos justos Manaus también tiene lo suyo. El centro histórico esta lleno de construcciones de la época de la "borracha", cuando el caucho le trajo a la ciudad la prósperidad necesaria para convertirla en la ciudad más grande del norte de Brasil.

El teatro Amazonas, con todos sus materiales importados desde Europa, el Palacio de Justicia, el Puerto y otras construcciones por ahí, son dignas de ver.

También me gustaron mucho los parques públicos, que aunque extrañamente escasos, tienen toda la riqueza de un lugar en la selva. En uno de ellos, el Parque de Mindú, tuve la fortuna de ver a unar de Jacares (caimanes) y un perezoso. Este último lo pude ver a menos de un metro de distancia meientras atravezaba lentamente una calle.

Finalmente, pero no por eso menos importante, hay que hablar de las personas. Tuve la fortuna de encontrarme con Samara, una "manuarense", que me regaló un poco de su tiempo para mostrarme su ciudad. Con ella visitamos (ella estaba alojando a dos muchachas del país Vazco) la "praia da lua", que se crea en las márgenes del rio negro durante el invierno [*], al cumpleaños de uno de sus amigos, a almorzar en su casa y al Parque de Mindú.

Ella, su familia y amigos fueron para mi una muestra de esas características que representan para mi al brasilero: calidez, frescura, picardia.

Creo que el oir "Fique a bondade" siempre traerá para mi la reminiscensia de buenas cosas.

[*] Acá, al contrario del resto del Brasil, la temporada de invierno se caracteriza por ser seca. En verano, el calor extremo hace que se evapore más agua y por tanto llueva mucho más.

 

Y llegamos a Manaus

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Bueno,

Acá estamos en Manaus por fin, luego de cuatro días de viaje en el Barco. La verdad el viaje en barco fué mucho mejor de lo que esperaba. Un barco muy limpio, la comida muy buena, seguro (por lo menos durante el viaje *).

Pero definitivamente lo mejor han sido los compañeros de viaje. Al lado mio en el barco tuve la fortuna de encontrarme con cuatro artistas peruanos que venían desde Chiclayo. Venian para Manaos para trabajar acá por algún tiempo (por lo menos hasta Diciembre) y reunir algún dinero, además de aventurar un poco. Mis "patas" fueron: Cesar (Artista plástico), Alexander (dibujante, estudiante de artes), Frankling (dibujante, estudiante de artes, guia de la expedición [ya había estado en Manaus el año pasado]) y Amaru (dibujante, estudiante de artes); luego también nos juntamos con Rafael, un cubano que quiere recorrer lationamerica para tener material para su tesis en filología y Anne, una chica alemana que venia de siete meses de vivir en Colombia haciendo artesanias y que venia por acá a encontrarse con una amiga en Santarem para luego ir a Rio y volver a Alemania.

Tuvimos buena quimica desde el principio, hablamos mucho, los artistas intercambiaron saberes, y yo me enriquecí mucho con sus historias, todas increibles e inspiradoras, pero quizás la que más me impactó fué la de Amaru, él es de la sierra peruana y se quedó huerfano a los ocho años y que ha vivido miles de cosas para llegar hasta acá. Lo más chévere de su historia, es que aunque ha pasado por los momentos más difíciles siempre ha encontrado un camino para salir adelante, ya sea en los libros, ya sea en la religión, ya sea en sus propias fantasias (quiere ser escritor, entre otras cosas).

Como decía Rafael, el cubano, siempre que uno cree que está solo se da cuenta que eso es muy complicado, que siempre vas a encontrar alguien afín a ti en el camino y siempre podrás aprender cosas buenas de esas personas.

Voy a recorrer la ciudad y luego a decidir qué será mejor para mi viaje, si continuar hasta Belem o ir hasta Satarem y arrancar ahí mi ruta, por que el viaje hasta Belem es muy largo (6 dias en barco) y muy costoso (R$300).


Ya veremos,


[*] Anoche llegamos muy tarde así que era más conveniente quedarse en el barco, pues la ciudad es un poco peligrosa de noche. Nos quedamos ahí, todo muy normal, hasta que esta mañana me desperté por que tenía un poco de frio, y abro los ojos, y veo a una persona sentada en frente de mi, luego miro al suelo y veo algunas cosas mias regadas en el suelo, y no entendía nada, creia que todavía estaba navegando y que por alguna razón se habían rodado; así que me levanto cojo mis cosas y empiezo a revisar que todo estuviera completo, cuando empecé a entrar en razón de lo que había pasado ya la persona se había ido. !Me habían intentado robar!. Por fortuna tenía todo debidamente empacado y en bolsa dentro de bolsa y amarrado (no lo suficiente) y no se pudo llevar nada. Sólo se llevo un poco de mi confianza y me dejó un poco de rabia y algún poco de desconfianza para lo que queda del viaje.

 

Inicia la Jornada

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"Aprendí hace años que la vida cambia en un segundo, uno solo, y
acostumbrarse a las consecuencias de esos cambios es lo que toma
tiempo, lo que se convierte en procesos largos, Pero cambiar cambiar,
la vida cambia en un parpadeo"

Su vida perdida - Javier Moreno

Y así, mi vida cambió en un parpadeo el día aquel en que en un extraño proceso de sinápsis mi cabeza juntó las ideas de recorrer el litoral brasilero, ver una playa de doscientos kilometros de largo y hacer algo parecido a lo que hizo Alejo en Bici.

Y bueno, ahora estoy acá en Leticia dando los primeros pasos de lo que será este largo proceso de sacarme esta idea de la cabeza.

Durante el último año, se puede decir, he estado preparándome para esto, he estado entrenando, he comprado el equipo que consideré necesario, he leido un montón de cosas en blogs de personas que están un poco más locas que yo, tratando de cerrar cosas en el que fué mi segundo hogar en los últimos cinco años y tratando de compartir algún tiempo con mis personas más cercanas.

Y si, como en los últimos días, me preguntan ahora: ¿Ya está listo?, la respuesta va a ser la misma: NO. Pensandolo bien nunca se está del todo listo para alguna locura de estas, y ahí es dónde radica precisamente su gracia, pues uno esta abierto a lo que venga y todo será bien recibido.

En las próximos días estaré recorriendo el Amazonas en barco desde Leticia (Tabatinga) hasta Belem (con una breve escala en Manaos) y luego de ahí hasta Rio en Bicicleta tratando de encontrar el equilibrio manteniendome en movimiento.


 

Ya estoy en Bogotá

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Despues de casi 12 horas de viaje en mi caballito de acero finalmente
llegué sano y salvo a mi casa a las 7.15 de la noche.

L. mi sensei me acompaño buena parte del recorrido del día de hoy.

Un bañito, una buena comida y el merecido sueño que me dispongo a
tomar son la forma de finalizar este extenuante día.

Mas lueguito termino de organizar la info y las fotos.

 

Y ya casi llegamos

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Otra vez me desvié del plan original y en lugar de ir hasta Tunja
terminé en Villa de Leyva. No sé por alguna razón me parece más bonito
que la capital boyacense.

Los últimos tramos de la ruta han sido más suaves de lo que me
esperaba. Como será la cosa que hasta les he tomado cariño a los
columpios (si uno les coje el tiro hacen las subidas más amables). Tal
vez, es por que con el recorrido de ida ahora tengo más "gañaña" o
simplemente que la he tomado más suave.

En cualquier caso mañana tengo la última etapa: Villa de Leyva -
Bogotá y tengo que hacerla si o si en un día. Ya veremos cómo me va.

En Bogotá organizo las fotos y los mapas del recorrido.

Nos vemos en la nevera.

 

Frases recurrentes

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Algunas frases recurrentes durante la pedaleada:

"¡Que calor tan arrecho, mano!"

"En bajada, ¡Hasta las piedras ruedan!"

"Las grandes distancias se recorren un metro a la vez"

 

Dia V (I) - Y empieza el retorno

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Hoy empezamos el viaje de retorno hacia Bogotá. 353Km según el plan
original (contando Pescadero).

La idea para el retorno es:

Dia 1: Aratoca - San Gil
Dia 2: San Gil - Oiba
Dia 3: Oiba - Moniquira
Dia 4: Moniquira - Tunja
Dia 5: Tunja - Bogotá

La primera etapa ya la cumplimos, nos tocó salir un poco más tarde de
lo habitual por que amaneció lloviendo en Aratoca y pues qué les diré,
pedalear mojándose o sobre la carretera mojada no es algo que me
emocione particularmente.

Con A. hablabamos un poco al almuerzo que es un poco muy diferente la
experiencia del acompañante desde la distancia al que está en la ruta.
Los primeros días mientras que yo venía para acá yo le contaba como me
había ido y que había logrado y ella no podía más que imaginar. Hoy
arrancamos casi al mismo tiempo y A. me comentaba que en partes de las
ruta estaba pegada del techo, que por la neblina, que por los
camiones, que por... "Ojos que no ven, corazón que no siente". Me
imagino que lo mismo aplicará para mi Mamá y mis tías que sólo pueden
imaginar. Pobre A. que tiene que 'tiene' que angustiarse.

Ya casi se carga el iPod (que no le gusta sudar y ya no muestra nada
en la pantalla [pero suena]), intento subir un par de fotos... y nos
vemos mañana desde Oiba (otra vez).

 

Dia IV (I)

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Nota mental: La próxima vez que vaya a hacer algo parecido,
recuerdenme no comer cerdo como cerdo la noche anterior de salir a
pedalear.

El último trozo de la ruta fué más bien suave (comparativamente con el
resto). Aunque los 27Km de San Gil hasta Aratoca son en subida al
mismo tiempo son pedaleables, lo único jarto de este tramo es que la
carretera es muy angosta y los camiones pasan más cerquita de lo que
deberían.

Ya en Aratoca me encontré con A. fuimos a buscar un dónde quedarnos
(sólo hay un par de lugares a la entrada del pueblo, así que nos tocó
devolvernos), una duchita y para el Parque del Cañon del Chicamocha.

Desde Aratoca son como 20 min. en bus. Desde la entrada muestra todo
el trabajo que los santandereanos pusieron en este parque. La entrada
es imponente y todo esta bien organizadito y limpio. Averiguamos sobre
el viaje en parapente sobre el cañon, pero estaba a precio prohibivo
($100K), así que entramos de una a montarnos al teleférico, que lo
baja a uno desde 1500 metros hasta el lecho del rio y lo vuelve a
subir hasta 1600. Montañas por todos lados, simplemente espectacular.

Vimos las avestruces, el museo guane y desde el mirador 360ª se ve
como la carretera baja hasta Pescadero. Afortunadamente decidí no
bajar hasta allá, la subida hubiera sido mi final y hubiera tenido que
quedarme siendo guia de turistas en el parque. La próxima vez, con un
poco más de entrenamiento depronto me le mido.

 

Dia III (I)

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Hoy decidí tomarmela suave.

La ruta planeada de hoy era Oiba - Aratoca, pero durante el recorrido
decidí cambiarla para Oiba - San Gil, por que como dicen por acá,
"esta haciendo un calor muy arrecho mano" y la verdad no pensaba
mamarme esos 27 kilometros de subida a pleno rayo de sol del medio
día.

Asi que salí temprano de Oiba y bajé hasta Socorro en busca del
desayuno, caldo de papa (que más bien parecia changua sin leche) arepa
Santandereana y chocolatico. Luego salir hacia San Gil y empezar a ver
las montañas que van dando forma al Cañon.

Acá en San Gil la cosa estuvo más bien relajada, me busqué un hotel
con piscina para darme un chapuzón, y el resto de día perecear.

Almorcé una deliciosa carnea oreada y me succionado todos los gatorade
que han estado a mi alcance.

Por lo pronto nada más, luego empiezo a montar las fotos.

Nos vemos,

 

Dia II (I)

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El segundo dia ha sido de lejos muchísimo más cansado que el primero.
Se notan los kilometros que se llevan encima.

La salida de Chiquinquirá fué en medio de la niebla. De alguna manera
esto fué un poco alentador por que el no ver que tan dificil es el
camino que te espera hace las cosas un poco más fácil, además el rocio
que se te va pegando en la cara y en la ropa no deja de ser un poco
refrescante.

Luego de un buen trecho empieza la bajada, son varios kilometros
bastante tranquilos. De un momento a otro te encuentras ya en
Santander.

Una de mis paradas obligadas era Puente Nacional, dónde pasé por un
desayuno de campeones cerca del terminal: Caldito, huevos y chocolate
eran la gasolina que necesitaba para el resto del día. Ahi desayunando
me encontré con don Raimundo un señor pensionado que al verme con las
maletas se acordó de su idea de viajar hasta Argentina en bicleta, por
ahí quedé de pasarle el dato de un conocido que hizo ese viaje, ojalá
le terminen de dar ganas y salga a la ruta.

Don Raimundo me acompaño un buen trecho, ya no se a ciencia cierta
hasta dónde, el caso es que mi siguiente parada en la ruta Barbosa se
me desapareció y cuando menos lo pensé llevaba un buen trecho y nada
que llegaba a ningúna parte. Más adelante me encontré con otro señor
que venía desde Bogotá también camino hacia Socorro. Me tomó una foto
yo le tomé otra, charlamos un rato mientras pedaleabamos, el fué el
que me dijo que Barbosa había quedado kilometros atrás y que ya estaba
a mitad de camino de Oiba.

Si ayer la parte dura fué contra el viento, hoy el reto fueron los
malditos culumpios (subidas y bajadas que se sucenden una tras de
otra). El camino desde Puente hasta Oiba esta lleno de estas nada
gratas atracciones. Tan mamado estaba de las subidas y las bajadas que
el último kilometro hasta Oiba lo tuve que hacer llevando la bicicleta
a cuestas. Y todo esto bajo yo no sé cuantos grados y con un calor de
los mil demonios.

Llegué, me bañé, sali por almuerzo y volví por una siestesita.

Ya ahora voy en busca de comida, luego otro duchazo y luego a la cama
por que mañana es la parte más dura: Oiba - Aratoca.

Resumen de la Jornada:
Chiquinquira-puente 39.88
Puente-oiba 74.98