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"No es esto, tal vez, lo que quiero decir. este decir y decirse no es grato. No puedo con mi voz sino con mis voces. Tambien este poema es posible que sea una trampa, un escenario más."

(Alejandra Pizarnik)

El escenario esta dispuesto
Cada uno de los objetos
espera en silencio su turno
para entrar en escena.

Ahí, callados, inmutables
esperando que algún toque mágico
les haga cobrar vida

Así somos a veces también nosotros.
Simples objetos de utilería
puestos obligadamente en escena.

¿Alguién preguntó al tambor
si quería se parte de la escena?

Quizas no.

Pero sin embargo,
así no se quiera estar ahí
¿No es mejor estar ahí
que en una esquina oscura, húmeda y olvidada?

Así a menudo lo neguemos
todos queremos actuar
todos deseamos tener un papel
en esta gran obra que llamamos
'vida'

Todos queremos ser protagonistas
ser el centro de atención.
Aunque sea tan solo por unos instantes.

Tontanmente creemos que existen pocos protagonistas
y que nuestras aptitudes no dan más que para representar
un triste jarrón sobre la mesa.

Y aunque fuera así
siempre hay alguién que mira
con más atención estos objetos
que la misma escena.
Alguien que descubre su belleza
Alquien que logra ver toda la historia
quecada uno de estos 'objetos' encierra

Desgraciadamente, ese alguien con el mero ejercicio de su pensamiento
no puede/no hace nada más allá que una egoista transformación interna.

Hay que levantarse, subir al escenario, tocar, manipular, examinar,
auscultar, descubrir, redescubrir, y así dar/darnos vida.
Transformar la escena.
No dejar que se convierta en un cuadro muerto

Por mi parte, ya he sido tocado.
Por un ser de resplandecientes alas
que me ha sacado de ese estante oscuro
dónde me encontraba
y ha leido mi nombre en voz alta
y de nuevo me ha dado existencia
y que esto le importe a alguien más
que a ella y a mi
me tiene sin cuidado.

Ahora que las aguas de la fuente de la vida
me estan bañando una vez más,
sólo me preocupa una cosa:

Hacer de nuestra escena algo ¡extraordinario!

 

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Déjale soñar
(Efraim Blanco)

Aún en esta obscuridad, dolor, miedo.
Tus manos se reflejan en la roca para abrazarme con su reflejo,
te extraño,
y lo que veo es nada...no estas tu.
¿A dónde iré de noche esta vez?
Tu eres mi sueño, y los abismos y las nubes, y los acantilados grises y los cielos, de tu mano los sobrevuelo.
Perdón si me recargo de momento en tus alas, es solo que no quiero caer, no esta noche,
quiero seguir volando agarrado de ti como un niño, como uno solo, tu y yo, mi sueño, tu.
Bella imagen tócame y déjame sentir tu paz.
Dile al mundo que no, y a mi ser ... déjale soñar.

 

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Quisiera ser un agujero negro

Quisiera ser un agujero negro.
para que mi cuerpo
fuera el horizonte de sucesos
de la singularidad desnuda
de mi corazón.

Para que cada vez
que te viera
cada vez que
te tocara
Pudiera robar
un pedacito de tí.

Y poder llevarlo
a otra dimensión
donde podrás ver
como se construye
un Universo
de dos mundos.

 

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Hoy fué un día lleno de emociones!
Con mi hermano teniamos teatrón callejero. Teníamos como meta vernos varias de las obras de teatro callejero del Festival de Teatro.
Finalmente pudimos ver 2, pero eso sí después de toda una odisea que incluyó un intento de atraco bastante peculiar...
Ibamos caminando por la ciclovía a la altura de la 54 cuando mientras estabamos hablando se nos acercó un muchaho para preguntarnos por una dirección:
- Ustedes saben por acá como hago para llegar a Ciudad Salitre?
Nosotros como buenos rolos educados le contestamos amablemente dandole las indicaciones.
Luego el muchacho se quitó su mascara y mostró sus verdaderas intenciones:
Miren muchachos yo pertenezco al frente M68 de las milicias urbanas de la localidad Santa Fé, varios compañeros y yo, estamos recolectando fondos para comprar armas y municiones. En este momento no me encuentro solo varios de mis compañeros estan en bicicleta y estoy armado (llevandose la mano a la cintura en ademán de acomodarse 'algo'), asi que entregenme todo el 'efectivo'

Luego le dijimos que no teníamos plata el tipo sin embargo intentó llevarnos a una calle menos transitada para hacernos el viajado, pero nos metimos a una tienda antes de que el tipo pudiera reaccionar.
Finalmente no pasó nada y lo dejamos como los terneros :D.

Pudimos ver lo que queriamos ver y el día terminó bien.
Ahora que lo pienso cuando me han pasado cosas parecidas siempre ha sido por confiado, será un recordatorio del 12vo. mandamiento('no dar papaya)?

 

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Contrario a lo que muchos piensan no es una buhardilla oscura en algún lugar de París el lugar idoneo para la melancolía y la escritura.
Hay un lugar que cumple con estas características un poco más cerca (o por lo menos para los que vivimos en Bogotá). Es el altillo de una casa en chapinero, más exactamente en la 54 entre 6a. y 7a.. Una vieja casa disonante en una calle donde los edificios de apartamentos son la regla. Un casa en la que desde que entras sientes como un montón de historia, cultura y sobre todo melancolia en soplan en la cara y te caen encima con todo su peso.
No sé cuantos años tiene esa casa, pero su arquitectura, y todo lo que contiene es un evocación constante, algo que te invita a la melancolia.
Las estanterias de libros que llegan hasta el techo, el afiche del Guernika, los objetos recolectados formando esculturas poco usuales, Los grandes nudos de madera que evocan el infinito, producto de la creatividad del ingenio del padre de mi amigo, en fin mil detalles...
Ayer estuve hablando largo y tendido con el señor don Marcos(Biólogo y próximamente Ingeniero), fue bastante agradable, creo que nunca habiamos hablado tanto y de tantas cosas, (parece ser que este es la semana de las conversaciones). De la conversación recuerdo especialmente algo que Marcos me decia le habia dicho su Papá: "No vayas a dejar que la Universidad interrrumpa tu educación".
La educación real me explicaba Marcos no es precisamente la que se recibe en la academia, no es saber programar en C, Java, Lisp, Perl, ni siquiera poder declarmar al derecho y al revés los generos y especies de las plantas del páramo, ni mucho menos conocer en detalle por qué E=mc² (claro está sin demeritar todos estos conocimientos que queramoslo o no nos han llevado hasta donde estamos), sino todo aquello que se aprende de la Literatura, de la poesía, de la filosofía. De todas esas formas alternativas de ver el mundo y tratar de explicarlo más allá de los números y del método. Los indus, me decia Marcos, creen que "la realidad no existe" (como en la matriz), que hay un montón de cosas que estan ahí y que dificilmente percibimos, y que la manera de poder referirse a ese algo es la poesía.
Con esto en mente, entonces yo estoy apenas en mis primeros años de educación. Considerando que empecé a leer Literatura desde hace apenas 6 años.
Así que educarse se dijo. Creo que comenzaré con evacuar mi mesa de noche de los libros que tengo pendientes... (cuantas veces he prometido eso?).

 

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La Juventud de Don Quijote
(de Cervantes)

En la preciosa colección de manuscritos desconocidos que comprara en Londres hace ya algunos meses, y que perntenecía a Lord Everett, he hallado un esbozo titulado Mocedades de don Quijote, manuscrito autógrafo de don Miguel de Cervantes, y desconocido hasta ahora para todos los estudiosos de la literatura castellana. Lo hice descifrar, transcribir y traducir por un joven profesor de esta ciudad, y finalmente pude leer esta inédita prehistoria del famoso Caballero de la Triste Figura.

Como lo recordarán todos, la famosa obra de Cervantes nos presenta a un don Quijote que, alrededor de los cincuenta años, se ha retirado a su casa de Argamasilla de Alba para leer novelas de caballería. Acerca de la vida que llevara hasta ese tiempo, es nada o casi nada lo que nos dicen las dos partes de la obra publicadas hasta el presente. Es mi opinión que don Miguel tenía en su ánimo la idea de narrar también la juventud de su héroe, pero la muerte le impidió dar forma artística al esbozo que tengo ante mi vista.

Según este desconocido manuscrito, don Quijote había nacido en una familia noble, pero venida a menos; desde la infancia dio muestras de espíritu audaz y de genio inquieto. Siendo algo mayorcito, y cuando hubo aprendido con el sacerdote del lugar algo de latín y de teología, fue enviado por su padre a la famosa Universidad de Salamanca, donde en un principio se sintió atraído por las enseñanzas de los maestros de filosofía. Pero al cabo de una par de años perdidos en aquella lujosa y tediosa disciplina, nuestro Alonso Quijano -pues éste era su verdadero nombre- se disgustó de aquellas acrobacias y artimañas mentales y de tan ésteriles juegos dialécticos; entonces se orientó hacia las letras humanas y halló sus deleites en escribir romances y redondillas sobre temas amorosos. Durante este período se había enamorado de una hermosa jovencita, hija de un corregidor, doncella que, aun cuando no fuera más que con miradas y guiños, daba señales de corresponder a su tímida pero fogosa pasión. Finalmente, una noche, pudo hablarle aunque por muy pocos momentos, y la joven, temblando en la oscuridad, le prometió que sería suya y jamás de ningún otro. El joven caballero, delirante de felicidad, continuó soñando y escribiendo para ella poemas tan ardorosos que -según escribe Cervantes- parecían chamuscar el papel en que los garabateaba. Pero... un mal día el pobre enamorado se enteró de que su prometida se había casado con un doctor en leyes, amigo del padre de ella.

Entonces, don Quijote compredió de qué clase de paño estaban hechas las mujeres, sin excluir a las que parecen angelicales, y cobró odio hasta contra la poesía, que tan poca ayuda le había prestado. Fue tal su desesperación que solicitó y obtuvo ser admitido como novicio en un convento de carmelitas. Desde su temprana niñez había sido un cristiano devoto, y ahora, sabida la traición de la amada, se persuadió de que solamente Dios merecería el afecto íntegro de su corazón. Permaneció en el convento por más de un año, esforzándose por llegar a los más elevados grados de la perfección. Pero el espectáculo que le brindaban los monjes, tanto jóvenes como los viejos, era para su cándida alama algo distante de ser ejemplo de edificación. Los más eran perezosos e indiferentes, como ligados por un hábito mecánico a los deberes externos de su profesión. Algunos se mostraban arrogantes, impacientes, malignos e hipócritas. Ni siquiera faltaba alguno que se embruteciera en la ebriedad o buscara a las mujeres. El futuro don Quijote tuvo valor suficiente para quejarse de aquellas desvergüenzas ante el maestro de novicios, quien desde ese día le cobró ojeriza y se complacía atormentándolo con castigos injustos.

Una buena mañana, el superior del convento lo llamó a su celda y le dijo que no estaba seguro de su vocación religiosa; el joven novicio tuvo que dejar los hábitos y salir de allí.

Gracias a la protección que le brindó un tío marqués, bien visto por el rey, fue recibido como gentilhombre de cámara en la Corte de Madrid. Según lo da a entender Cervantes, esa experiencia fue una de las más desgraciadas en su vida. Contaba ya con casi treinta años de edad y su espíritu había madurado con largas lecturas y meditaciones. Todo cuanto observaba a su alrededor le hacía sufrir: la corrupción de las damas, la altenería de los grandes, la avidez de los ministros, las intrigas de los cortesanos, la abyección de los subalternos, todo ello hería y ofendía continuamente su ánimo sensible y delicado. No pudiendo aguantar más el hedor de aquella cloaca dorada, pidió licencia a su Majestad y obtuvo permiso para dirigirse al Nuevo Mundo, como oficial de la guardia de un virrey. Al comienzo, el joven castellano halló grandísimo placer recorriendo a caballo montañas y bosques, en medio de gente salvaje tan diversa de la que moraba en su patria. Pero tiempo después también esta nueva experiencia concluyó dolorosamente, como las anteriores. Cristiano e hidalgo como era, el futuro defensor de los débiles no pudo soportar la vista de las atroces exacciones y cargas q que eran sometidos los pobres indios. La crueldad y jactancia de los conquistadores, la avidez y desenfreno de los oficiales de gobierno, los abusos y costumbres depravadas de la soldadesca, todo esto le llenó de náuceas, repugnancia y horror.

En su honrada ingenuidad tuvo la malhadada idea de denunciar tales vergüenzas al Consejo de Indias, que tenía su sede en Sevilla. Se envió entonces desde España un inquisidor real, quien comprado con ducados sonantes por el virrey, escribió en su informe que el señor Alonso de Quijano era un visionario calumniador, un desatinado loco, y como tal lo hizo arrestar. LLevado a España, fue encerrado en las cárceles de Alba de Tormes, donde languideció por espacio de varios años sin ser juzgado por aquella infame injusticia y cayó en una especie de melancolía fantasiosa de la que nunca se recuperó. Finalmente fue considerado enfermo poco peligroso y le devolvieron la libertad. No hizo entonces intento alguno por reiniciar una nueva vida. Volvió a la casa paterna, en la que ya había muerto todos los suyos, y procuró consolarse de la desagradable realidad, por él en tan diversos modos conocida, refugiándose en el reino de la fantasía heroica y poética, en los poemas caballerescos y novelescos donde hallaba intelectualmente satisfechos su ideales de caballero cristiano, enamorado y sin miedo.

Lo que le sucedió una vez saturado con aquellas lecturas solitarias, es conocido por todos los que han leído la obra maestra de don Miguel de Cervantes y Saavedra. Pero me parece que en esta obra apenas esbozada, que actualmente se halla en mi poder, está la verdadera clave y justificación de las fantasías y empresas de don Quijote de la Mancha. Finalmente, se comprende así también por qué el viejo hidalgo, desilusionado, contristado y perseguido, solo en su casa, se consagró a leer aquellos libros de aventuras imaginarias, los únicos que podían consolarle y compensarle de la dura y sucia realidad que hasta entonces tanto le había hecho sufrir. Quien no conoce la juventud de Alonso Quijano no puede comprender al don Quijote de la Mancha ya maduro, ni tampoco sus generosas y desinteresadas extravagancias.

El Libro Negro - Giovani Papini

 

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PARAÍSOS TRÉMULOS
(Ana Clavel)

Cada vez que se cortaba el pelo perdía un poco de
memoria. Ella no lo sabía y tampoco los que la
rodeaban, así que, en más de una ocasión, la tomaron
por desatenta y dejaron de dirigirle la palabra. Por
supuesto, ella lo sentía y no se explicaba por qué
la gente terminaba por alejarse.

Entonces se miraba al espejo. Reparaba en el hilito
que sobraba del suter; reconocía sus hombros caídos y
probaba a darles aliento: suspiraba profundamente.
Observaba que el pelo le había crecido y que un
mechoncillo rebelde se obstinaba en enfrentarla con la
vida. Resolvía un nuevo corte. Y cada vez, el rechazo
y el cabello rebelde hacían lo suyo.

Un día, decidió cortar por lo sano. El mundo prometía
paraísos trémulos e inexplorados, palpitantes como su
cabeza rapada.

Un amiga me regaló este cuento a propósito de mi reciente pérdida de cabello. Cabe aclarar que 'no voy a cortar por lo sano'

 

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"No es necesario decir nada sensato para tener un amigo:

Basta con que los dos crean en la misma tontería"

(Eric Berne)

Hoy fuí a almorzar con una amiga Literata que no veía hace tiempo y que me encontré en la fiesta de graduandos de
Uniandinos (por si le quedava alguna duda a Dayru).
La pasamos muy bien, tanto que la hora de almuerzo se convirtieron sin darse cuenta en dos.
Hablamos de muchas cosas, nos actualizamos de chismes, de palabras de significado dinámico, de palabras inpensables.
De tristezas, de alegrias, de proyectos...
Me gustó mucho haber aprendido algo de ella hoy. Uno conoce tanta gente en la vida y muy pocas veces se dá la oportunidad de hacer 'doble click'...
Eso es lo que más extraño de la vida de estufiante. Las conversaciones que fácilmente pueden durar horas, sin que el tema se acabe. Yo todavía soy estufiante, pero pasa el tiempo y cada vez parece que hubiera menos tiempo, las obligaciones se multiplican, o simplemente ya no tenemos las mismas energías (Los años no llegan solos :P).
En fin.

También me gusto haber compartido con ella algo de este sentimiento que me esta colmando últimamente, este desvario.



"me gustaria

mirar todo de lejos

pero contigo"

(Mario Benedetti - Tiempo de Haikus)

 

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Crepusculo
(Alejandra Pizarnik)

La sombra cubre pétalos mirados
El viento se lleva el último gesto de una hoja
El mar ajeno y doblemente mudo
en el verano que apiada por sus luces

Un deseo de aquí
Una memoria de allá.

 

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... y colorín colorado este cuento se ha acabado

Hace ya mucho tiempo, cuando entre otras cosas me dedicaba a hacer una que otra artesanía solia marcar los cambios en mi vida con el cambio de un collar de hilo. Escogia los colores cuidadosamente y los hacia con calma y luego los vestia hasta que estuvieran totalmente deshechos o yo considerara que ya habia cambiado.
Unos duraban unas cuantas semanas otros varios meses, pero siempre marcando un cambio en mi vida. Tomé la desición de extender esa forma de marcar mi tiempo a otras cosas, asi pues las manillas, collares y dijes que me eran dados por otras personas empezaron a marcar otros tiempos, a veces incluso hasta determinaban lo pertinente de una relación. No sé si ha sido coincidencia, pero cada vez que uno de estos objetos me dejaba tenia una relación inequívoca con lo que estaba sucediendome en ese momento.
Hace unos minutos he dejado atrás otra cosa...
Mi cabello, el que habia dejado crecer desde que entré a la Universidad y que ya se extendia hasta la mitad de mi espalda. Haberme desprendido de él más que el cumplimiento de una promesa propia y un compromiso adquirido con varias personas, es un acto simbolico. El cambio físico expirementado ahora, no es más que una pequeña fracción de los profundos cambios interiores que he experimentado en los últimos años. Y estos más que a la Universidad, se los debo a mis amigos, a esa familia de espíritu que me ha enseñado tantas cosas, y que disimuladamente ha sincelado y pulido varias de las rocas de la cantera de mi alma.
Muchas gracias a todos ellos: Carolina, Johanna, Gina, Gina, Bibiana, Gloria, Franky, Jaguar, Himura, Nicolay, El Abuelo, Fabio, Daniel, El Capi, Mario, Raùl, ... y todas las personas que he conocido durante estos años en el claustro con la excusa de estudiar.

Ahora sólo resta usar todos estos conocimientos y hacerlos servir para algo útil.